Sin cumplir con los procedimientos normales que el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) contempla para autorizar la reapertura de faenas habría reiniciado sus operaciones la mina San José, según confirmó el ex director del organismo técnico, Alejandro Vío Grossi.
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La información fue entregada en el contexto de la investigación que realiza la Comisión de Minería de la Cámara de Diputados sobre faenas mineras, indagatoria que fuera motivada por el accidente que sufriera la citada mina y que mantiene atrapados hasta el día de hoy a 33 mineros.
La información fue entregada en el contexto de la investigación que realiza la Comisión de Minería de la Cámara de Diputados sobre faenas mineras, que preside Alejandro García-Huidobro (UDI), indagatoria que fuera motivada por el accidente que sufriera la citada mina y que mantiene atrapados hasta el día de hoy a 33 mineros.
Alejandro Vío informó a la Comisión que la reapertura de una mina debe estar decretada a través de una resolución firmada por el Director Nacional del Sernageomin, con vistas a los informes entregados por la autoridad regional sobre el cumplimiento de determinadas exigencias impartidas al momento del cierre de faenas.
Indicó que el 22 de mayo de 2007, atendiendo el incumplimiento de las normas de seguridad minera por parte de la empresa y a la ocurrencia de dos accidentes fatales, el Sernageomin, mediante resolución firmada por su director nacional, decretó el cierre de las minas San Antonio y San José.
Sin embargo, precisó, la reapertura no contó con la misma formalidad. Especificó que hubo un primer oficio que autorizó la realización de trabajos parciales para preparar la mina, en diciembre 2007, firmado por el subdirector de Minería, Exequiel Yáñez; en tanto que el 30 de mayo de 2008, a través de otro oficio, el subdirector subrogante de Minería, Patricio Leiva, permitió la reapertura total.
Vío dijo que, al momento de asumir el cargo, en enero de 2008, la única información que tenía de San José es que era una mina que operaba en la Región de Atacama y confidenció que no supo de la irregularidad sino hasta ya ocurrido el accidente. Detalló que, al tomar conocimiento de la situación, encomendó un sumario interno el cual aún no emite veredicto.
Al no haber sido informado sobre la situación de la mina, el ex director dijo desconocer las razones técnicas que justificaron su reapertura, esto es, el cumplimiento de las exigencias básicas para su funcionamiento y dentro de las cuales estaba la necesidad de habilitar como salidas de emergencias las chimeneas de ventilación, hecho que no sucedió en la práctica.
“No tengo los elementos de juicio para determinar si administrativamente se hizo bien o no, pero de la lectura del oficio deduzco que los antecedentes llegaron (el estudio geomecánico y el proyecto de ventilación)”, planteó a los parlamentarios.
Alejandro Vío sostuvo que las facultades que tienen el Sernageomin para abrir o cerrar faenas son débiles y que, en ese sentido, las carteras de Salud y Trabajo cuentan con mejores herramientas. Especificó que frente a la negativa de cierre por parte de una empresa sólo le cabe al servicio multarla reiteradamente o solicitar la intervención de los tribunales de justicia.
En el mismo plano, confidenció que el Servicio no cuenta con la capacidad necesaria para fiscalizar la gran cantidad de faenas mineras existentes en el país, pese a los incrementos realizados en los últimos tres años. Sostuvo que es preciso invertir en más personal, mejores calificaciones, más implementos tecnológicos y planteó la necesidad de dividir las funciones en dos estamentos: un servicio técnico y otro fiscalizador.
