La comisaria de la ONU para los Derechos Humanos, Navy Pillay, criticó las amnistías e indultos para violadores de los derechos humanos que siguen vigentes en Sudamérica, y advirtió específicamente sobre los casos de Chile y Brasil, en una columna divulgada el viernes en el diario Folha de Sao Paulo.

“En Suramérica el olvido continúa siendo promovido”, denunció la comisaria sudafricana, que llamó a la región a “entender mejor y enfrentar las atrocidades cometidas durante los conflictos internos de las últimas décadas”.

La comisaria destacó concretamente el caso de Brasil, donde la corte suprema rechazó este año reconsiderar la ley de Amnistía para permitir juzgar a los responsables de los crímenes durante la dictadura (1964-85). Brasil es el único país de la región que no ha juzgado a los represores de su período de facto.

En Chile, continúa Pillay, “la ley de amnistía continúa vigente después de 32 años, a pesar del repudio internacional”.

El caso de Argentina, “el país con mayor número de juicios por derechos humanos del mundo”, fue elogiado por la comisaria, quien afirmó que esa nación sudamericana “ha demostrado que conocer la verdad es un derecho sin límites, es un derecho que nadie puede negar”.

“Las amnistías que sepultan la verdad y liberan a los responsables son susceptibles de perjudicar la perspectiva de construcción de sociedades justas y seguras en el futuro”, advirtió.

Y concluyó: “la posición de la ONU sobre las amnistías es clarísima: no son admisibles si evitan el juicio de personas que pueden ser penalmente responsables de crímenes de guerra, genocidio, crímenes contra la humanidad o violaciones graves de derechos humanos”.

Las férreas dictaduras del Cono Sur sudamericano comenzaron en Paraguay (1954-89) y siguieron en Brasil (1964-85), Uruguay (1973-85), Chile (1973-90) y Argentina (1966-73 y 1976-83). En todos esos países, con excepción de Brasil, hubo o hay juicios en curso contra represores.