El príncipe William, segundo en la línea de sucesión al trono de Inglaterra, recibió este viernes su insignia de piloto de helicóptero, dos días antes de viajar a Nueva Zelanda para su primera visita oficial al extranjero.

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El nieto de la reina Isabel, de 27 años, recibió sus “alas” de piloto de manos de su padre, el príncipe Carlos, tras completar en diciembre un año de instrucción acelerada como piloto de helicóptero en la base de la Fuerza Aérea británica (RAF) en Shawbury, Inglaterra.

A fin de mes, el primogénito de la difunta princesa Diana, que hasta ahora voló solo en helicópteros Griffin, comenzará su entrenamiento en otro modelo de aparato, el Sea King, en una unidad militar de búsqueda y rescate en la base RAF Valley, en la isla de Anglesey, al norte de Gales.

El príncipe debe llegar el domingo a Nueva Zelanda para su primera visita oficial al extranjero que incluirá la inauguración de la nueva Corte Suprema en la capital, Wellington.

La decisión de enviar a William ha hecho resurgir en la prensa las especulaciones de que podría suceder a la Isabel II en lugar de su padre.

Pero un portavoz de Clarence House, la residencia del príncipe Carlos y de sus hijos, negó estas informaciones.

La prioridad de William es “ser un oficial que sirve en la RAF pero cuando sea apropiado llevará a cabo algunos compromisos y (la visita a Nueva Zelanda) es uno de estos compromisos”, declaró esta portavoz a la AFP.

El príncipe Enrique, dos años más joven que su hermano de William, también está en las fuerzas armadas entrenándose para ser piloto de la RAF.

“La reina siempre alentó a los jóvenes príncipes a asumir obligaciones más formales mientras siguen sirviendo a su país y sus carreras militares, que son consideradas una prioridad”, agregó.

Además, precisó que el príncipe Carlos estaba “obviamente muy satisfecho” de que su hijo, que lleva el título de príncipe Guillermo de Nuevo Zelanda, “representara a la reina”.

Antes de Nueva Zelanda, William viajará el martes a Australia para una visita informal de tres días durante la cual visitará a una comunidad indígena, una base militar y zonas rurales devastadas el año pasado por incendios forestales.