En la tercera semana de juicio oral en contra de Jeannette Hernández, por el denominado caso de los Hermanos Rojo, declaró como testigo la mujer que, según la tesis de la Fiscalía, habría producido los celos que llevaron a la mujer a asesinar brutalmente a uno de sus hijos y de dejar con serios daños ñeurológicos a su primogénito.
Hasta el Tribunal Oral de Puente Alto llegó Myriam Peña, conocida como “la Rancherita”, quien mantenía una relación de amistad con Pablo Rojo, padre de las víctimas y esposo de Jeannette Hernández.
En la oportunidad, Peña contó a los magistrados que la madre, única imputada por los crímenes, era demasiada celosa, dominante y que constantemente humillaba a su marido.
Igualmente, la llamada “Rancherita” declaró que en el caracol de Puente Alto, centro comercial donde Jeannette Hernández trabajaba como peluquera, todos sospechaban que podría haber sido ella quien cometió los crímenes en contra de sus hijos, producto de que sus actitudes no correspondía a la de una madre que estuviera sufriendo alguna tragedia.
Además, durante el interrogatorio Peña reconoció que en algún momento pensó que Pablo Rojo padre estuvo enamorado de ella.
Vale recordar que, de acuerdo a la tesis que maneja la Fiscalía Sur, la madre imputada por parricidio habría atacado brutalmente en sus cabezas con un martillo a Esteban Rojo, de 7 años, y Pablo Rojo, de 15, motivada precisamente por los celos que sentía de la amistad que su esposo tenía con Myriam Peña.