Hace ya varios años existía la convención social de que toda mujer buscaba a su príncipe azul: un hombre considerado guapo y varonil. No obstante, hoy en día eso ha cambiado bastante y de gustos, es mejor ni hablar.

De todas formas, la primera impresión que nos llevamos de una persona resulta esencial al momento de decidir si continuar conociéndola… y eso, entre otras cosas, tiene que ver con el aspecto físico.

Si te gusta más una u otra persona, está bien, es tú decisión. Pero es necesario que te contemos que un estudio de la Universidad Estatal de Florida aseguró que las personas que contraen matrimonio con un hombre muy atractivo, están más propensas a sufrir problemas relacionados con la alimentación.

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“La investigación revela que el hecho de tener un marido físicamente atractivo puede tener consecuencias negativas para las mujeres, especialmente si estas no son atractivas (que no se ajustan a los cánones de belleza establecidos por la sociedad)” , escribió en un comunicado de prensa Tania Reynolds, una de las coautoras de la investigación.

Y es que claro, mientras estos hombres gozan de su atractivo, las mujeres buscarían “estar a la altura”, poniéndose en dietas que podrían causar complicaciones. La especialista especificó que las esposas de hombres guapos tienden a pensar que necesitan estar más delgadas.

El comunicado afirmó que “esa motivación adicional a la dieta no existe entre las mujeres que, se considera, son más atractivas que sus maridos. En cuanto a los hombres, su motivación para la dieta era baja, independientemente del atractivo de sus esposas o de los suyos”.

Por esto es que la investigación determinó, además, que las parejas son más “estables” cuando la mujer es la más atractiva, pues no existiría ningún riesgo para el hombre.

Durante el período de estudio se realizaron distintas metodologías, una de ellas -y que llamó bastante la atención- fue la encuesta aplicada en los 113 participantes. Cada uno completó el cuestionario y algunas respuestas incluyeron frases como “me siento extremadamente culpable después de comer”, “me gusta que mi estómago esté vacío” y “me aterroriza ganar peso”.

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Este informe, que fue publicado en la revista Body Image, ofrece ideas concretas respecto de las relaciones entre hombres y mujeres y de cómo estas últimas se ven afectadas por el aspecto físico.

Asimismo, busca entender el comportamiento de las féminas para predecir los factores que aumentan el riesgo de desarrollar trastornos alimenticios que podrían resultar fatales.

“Sería útil identificar a las mujeres en riesgo de desarrollar conductas de pérdida de peso más extremas, que han estado vinculadas a otras formas de angustia psicológica, como la depresión, la ansiedad, el abuso de sustancias y la insatisfacción con la vida“, finalizó Reynolds.