La muerte de Freddy Muñoz Quevedo, trabajador de 27 años que falleció en un robo frustrado en Hualpén, generó dudas respecto al establecimiento de salud al que fue derivado.

Las suspicacias se deben a que el joven recibió un disparo en el pecho, mientras se retiraba junto a sus compañeros de la tienda Dhouse, en el sector El Trébol, ubicada a sólo metros de las clínicas Universitaria y Bío Bío. Sin embargo, personal del SAMU decidió llevarlo hasta el Hospital Regional de Concepción, a 6 kilómetros del sitio del suceso.

La Ley de Urgencias contempla que los heridos en riesgo vital deben ser trasladados hasta el recinto médico de urgencia más cercano, para ser estabilizados, independiente de si se trata de un recinto público o privado. No obstante, no especifica los protocolos a seguir por personal del SAMU en estos casos.

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Lo anterior había sido confirmado por el subdirector médico del Hospital Regional, Boris Oportus, a dos días del homicidio. En ese momento, la autoridad dijo a Radio Bío Bío que la determinación del lugar a donde serán derivados los heridos en riesgo vital “dependen de la gravedad del paciente, del tipo de accidente, del tipo de situación médica a la cual es requerido el equipo de rescate”.

Más dudas

Sin embargo, las declaraciones de Oportus no despejan las dudas que quedan sobre qué protocolo se siguió en este caso y cuáles fueron los argumentos para trasladar a Muñoz hasta el Hospital Regional. Especialmente, puesto que desde la Clínica Universitaria detallaron a BioBioChile que el personal del SAMU no se contactó con ellos, pese a que aseguraron tener los equipos y personal necesario para dar los primeros auxilios a un herido de esas características.

Consultados por estas interrogantes, desde el Servicio de Salud de Concepción declinaron entregar su versión.

Por su parte, Ernesto San Martín Zúñiga, agente zonal sur de la Superintendencia de Salud, descartó referirse sobre este caso en particular, aunque detalló que no han recibido ningún reclamo puntual por el fallecimiento del trabajador de 27 años.

Asimismo, San Martín explicó que la decisión del lugar al que se lleva un paciente con heridas de estas características no es de competencia de la Superintendencia de Salud y son tomadas por los diferentes servicios “de acuerdo a la complejidad de la persona y la coordinación que puedan tener con la recepción que puedan tener del paciente”.

El agente del organismo agregó que ante la sospecha de un daño ocasionado por un manejo médico, el caso debe ser llevado hasta los tribunales de justicia por parte de la familia, previo paso por una mediación a través del Consejo de Defensa del Estado.

Pese a ser consultados en reiteradas ocasiones por BBCL, la Clínica Bío Bío, uno de los recintos cercanos al lugar donde fue baleado Muñoz, declinó realizar comentarios.

De todos modos, no se puede asegurar con certeza que la atención en una de estas clínicas pudiera haber salvado la vida de la víctima, debido a la gravedad de la lesión que sufrió.

Pese a los esfuerzos de BioBioChile por despejar estas dudas, aún queda la interrogante sobre los protocolos que reglan estas decisiones y respecto a si existe coordinación entre servicios públicos y privados para atender estas emergencias.

En tanto, los autores de la muerte del estudiante de Ingeniería Civil de la Universidad Católica de la Santísima Concepción siguen sin ser atrapados y hasta el momento se desconocen sus identidades.