Los dan cuenta que el sujeto engañaba a las personas, ofreciendo ventas de diversas especies, tales como vehículos e inmuebles, motivando que las "víctimas entregaran y dispusieran de dinero bajo este engaño, sin recibir contraprestación alguna por su dinero", precisó la fiscal Marcela Barahona.

La justicia decretó la prisión preventiva para el martillero público imputado por la estafa a 30 personas, quienes engañadas entregaron más de 600 millones de pesos por el supuesto remate de bienes que nunca recibieron.

Por cerca de cinco horas se extendió en el Juzgado de Garantía de Yumbel, en la región del Bío Bío, la audiencia de formalización contra Edison Cid, investigado desde hace 2 años cuando fueron presentadas las primeras denuncias y querellas.

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Jueves 01 Enero, 1970 | 00:00

Cid llegó en calidad de detenido al tribunal y así se mantendrá, tras acoger la jueza Silvia Jiménez la prisión preventiva solicitada por el Ministerio Público y los querellantes.

La defensa intentó, sin éxito, argumentar la inexistencia de ilícitos, asegurando que el caso involucraba meros incumplimientos de contrato.

Sin embargo, el tribunal se hizo eco de los antecedentes entregados por la fiscal Marcela Barahona, quien explicó el modus operandi del martillero al ofrecer bajo engaño remates directos de especies.

Si bien las víctimas provienen desde la región Metropolitana a la de Los Ríos, varias son de la provincia de Bío Bío, habiendo tenido Edison Cid una oficina en Yumbel.

Desde allí, según la investigación, se ejecutaban las estafas y donde además se encontró evidencia para la formulación de cargos.

Víctimas creen que hay más involucrados

La Fiscalía por su parte, seguirá la investigación por los próximos ocho meses, sin descartarse que se sumen imputados.

Sandra Meza, víctima que entregó al martillero 117 millones de pesos, aseguran existen más.

Además es muy probable que más víctimas se hagan parte de la indagatoria, adelantó Marcela Muñoz, quien reconoció había perdido las esperanzas de justicia.

Varias de las víctimas llegaron a Yumbel para ser parte de la formalización e incluso esperaron la salida del carro de Gendarmería que habría trasladado al martillero al penal Bío Bío en Concepción, para el cumplimiento de la cautelar.