La mañana de este martes, se confirmó el deceso de un icónico personaje de Los Ángeles. Elsa Vejar, de 63 años, falleció producto de un paro cardiorespiratorio en el hospital comunitario de Yumbel. Y si bien puede que dicho nombre muchos lo desconocen, en la ciudad todos la recordarán como “La Bombera”.
Luego que falleciera, su cuerpo fue trasladado de regreso a la capital provincial para posteriormente llegar hasta la parroquia San Francisco, ubicada en el centro de Los Ángeles, lugar donde son velados sus restos.
Hasta dicha capilla han llegado además de sus familiares, ciudadanos que han querido despedirla y una delegación de la Primera Comisaría de Carabineros, lugar donde acostumbraba a pernoctar y refugiarse de la lluvia o el frío.
Una vida llena de misterios rodeaban a la mujer, teniendo incluso, confusiones con su nombre. De hecho, muchas personas creían que realmente Elsa se llamaba Gladys (como le llamaban en la calle). Lo único cierto es que siempre se le podía ver en Ricardo Vicuña o alguna otra arteria de la ciudad, portando su casco rojo y el único elemento que jamás abandonaba: su mochila.
Y justamente esa mochila fue la que tuvo a todas las autoridades intentando identificar a algún familiar de Vejar. ¿El motivo? dentro de dicho bolso se mantenía la cifra de 1 millón 790 mil pesos aproximadamente.
El gran problema es que al momento de su deceso, no había familiar conocido o que los ciudadanos pudieran identificar, tanto para poder realizar el velatorio como los funerales, además de entregar las pertenencias de la mujer, por lo que poder encontrarlos se complicó bastante.
Y mientras los restos de la querida “Bombera” fueron trasladados hasta la parroquia San Francisco, el dinero permaneció en dependencias del Hospital Base de Los Ángeles, esperando que alguien de la familia de Elsa Vejar se hiciera presente.
Una sobrina retiró sus restos y recibió el dinero de “La Bombera”
Fue en esa búsqueda de familiares, cuando una mujer llegó hasta el hospital de Yumbel a retirar el cuerpo de “La Bombera”. Una sobrina -según se indicó-, quien además fue la que retiró el dinero en el hospital de Los Ángeles, lugar donde fue atendida en primera instancia y donde se mantuvo el dinero desde una semana antes de su deceso.
Circulan diversas versiones acerca de la forma en que “la Gladys” obtuvo dicha cantidad. Hay que hacer presente que ella recibía una pensión de gracia y muchos transeúntes acostumbraban a entregarle monedas y billetes, por lo que es probable que ella reuniera todo ese dinero y lo guardara en la icónica mochila de la que nunca se desprendía.
Ya en el velatorio, sus parientes aseguraron que ella sólo invertía en zapatos, los que compraba en los locales de la Vega Techada. En más de alguna ocasión también se le pudo ver en algún supermercado comprando comida.
La mochila y el casco, sus fieles compañeros
Y si ya mencionamos la mochila, un dato no menor es el referente a su casco. Ese rojo, el que siempre se veía a lo lejos en las inmediaciones de la Primera Comisaría, en la plaza cuando ella lavaba su ropa, o simplemente acompañándola en su eterno caminar por las céntricas calles de Los Ángeles.
Un dato que pocos conocen es que el casco que ocupaba en la actualidad no era el original.
Hace un par de años, un angelino le ofreció un trato que ella simplemente no pudo rechazar: cambiar su viejo casco por uno más nuevo, mejor tratado, ese que la acompañó hasta la hora de su muerte.
Pero como todo buen amigo, el implemento que por años la acompañó volvió a ella. Y es que dicho angelino, cuando se enteró del fallecimiento de la mujer, llegó hasta la parroquia donde es velada para llevarle el casco, el que ahora se puede ver acompañándola mientras la ciudad le brinda el último adiós.
Como ya se mencionó, Elsa Vejar o “la Gladys” tuvo una vida ligada a la calle. No hay angelino que no la reconozca, no existe persona que haya visitado la ciudad y no la haya visto. Pasarán los años y ella seguirá siendo un ícono dentro de la capital provincial. Lo único claro, es que el recuerdo de “La Bombera” seguirá acompañando a los angelinos durante años.
