En un estudio a los 20 fármacos más vendidos de Chile, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) detectó diferencias de precios de hasta 3.000 por ciento en un mismo medicamento, pero de marcas diferentes.

Por ejemplo, en el caso del principio activo Omeprazol, con el valor de una caja de marca se pueden adquirir desde 17 a 30 del mismo componente, pero genéricas. El primero puede llegar a costar hasta 54 mil 290 pesos, mientras que su símil no supera los 3.000.

Ante esta notable diferencia, el director nacional del Sernac, Ernesto Muñoz, manifestó que no debería existir, por lo que están preparando una denuncia en contra de las farmacias que infrinjan la Ley de Fármacos. En este estudio, explicó, encontraron tres tipos de infracciones: diferencia entre lo anunciado en los tótem y la caja, información incompleta de los precios y también respecto de la equivalencia genérica.

Para el presidente de la Comisión de Salud del Senado, Guido Girardi, es una situación inaceptable y criticó el lobby que ha rodeado el proyecto de Ley de Fármacos 2, el que se tendría que votar esta semana.

Cuando se firme y ente en vigencia, esta normativa obligará a las farmacias a tener en góndolas los medicamentos bioequivalentes y genéricos. Además, los médicos tendrán que prescribir en la receta la denominación internacional de los productos, para que el consumidor pueda escoger el más barato. Por último, se prohibirán los incentivos por parte de los laboratorios para que los profesionales recomienden ciertas marcas.

Hernán Calderón, presidente de la Corporación Nacional de Usuarios y Consumidores (Conadecus), declaró que la ley es necesaria, ya que sostuvo que sospecha que nada ha cambiado tras la conocida colusión.