Corea del Norte aseguró este domingo a través de la televisión estatal que probó una bomba H con “éxito perfecto”.

La explosión generó un sismo de magnitud 6,3., según informaron organismos sismológicos.

Una presentadora de la televisión central coreana declaró: “El ensayo de la bomba de hidrógeno fue un éxito perfecto”.

Horas antes de la explosión, el líder norcoreano Kim Jong-Un inspeccionó una supuesta bomba de dichas características en el Instituto de Armas Nucleares (foto principal).

Según la agencia oficial KCNA, el explosivo fue miniaturizado para ser capaz de ser transportado por el nuevo misil balístico intercontinental norcoreano.

Los primeros indicios del ensayo se obtuvieron cuando el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) reportó un sismo magnitud 6,3 cerca de una zona donde Norcorea realiza este tipo de actividades.

Diez minutos después, un sismo de magnitud 4,6 provocada por un “hundimiento” telúrico sacudió nuevamente al país.

Los servicios de meteorología de Corea del Sur informaron que el movimiento telúrico fue entre cinco y seis veces más potente que el causado por su quinto ensayo.

Kim posó junto a supuesta bomba

Imágenes difundidas por la agencia oficial muestran a Kim examinando un artefacto metálico en forma de tubo con dos porciones más abultadas.

En julio pasado, Corea del Norte generó una nueva escalada de tensiones al probar dos misiles balísticos intercontinentales (MBIC) de tipo Hwasong-14, al parecer capaz de alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.

Desde entonces, ha amenazado con lanzar una salva de cohetes hacia la isla norteamericana de Guam, en el Océano Pacífico, y la semana pasada disparó un misil que sobrevoló Japón.

El primer ministro de Japón Shinzo Abe dijo que un ensayo nuclear por Corea del Norte sería “absolutamente inaceptable”.

El presidente norteamericano Donald Trump advirtió el mes pasado a Pyongyang que se expone a un diluvio de “fuego e ira” y dijo que las armas de Estados Unidos están “listas y cargadas”.

Trump conversó por teléfono el sábado (hora de Estados Unidos) con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, para discutir sobre la “amenaza creciente” de Corea del Norte.

“Los dos líderes reafirmaron la importancia de una cooperación cercana entre Estados Unidos, Japón y Corea del Sur frente a la amenaza creciente de Corea del Norte”, indicó la Casa Blanca.

Escalada

Tras realizar un cuarto ensayo nuclear en enero de 2016, Pyongyang aseguró que se trató de una bomba H miniaturizada con poder destructivo mucho mayor que artefactos nucleares anteriores.

Sin embargo, expertos afirmaron en aquella oportunidad que la bomba de seis kilotones desarrollada no era lo suficientemente potente como para armar un dispositivo termonuclear.

Tras realizar un quinto ensayo, en septiembre de 2016, Corea del Norte no indicó que se tratase de una bomba de hidrógeno.

Desde entonces, Pyongyang “elevó su capacidad técnica a un nivel ultramoderno sobre la base del éxito alcanzado en el primer ensayo de bomba H”, indica ahora KCNA, asegurando que Kim había “ordenado las tareas a ser realizadas de cara al desarrollo de armas nucleares”.

El hecho de montar una cabeza nuclear en el misil significaría una escalada importante por parte de Corea del Norte, al incrementar el riesgo de preparación de un eventual ataque.

Corea del Norte asegura que un arma nuclear disuasiva es fundamental para su supervivencia, por considerar que se encuentra bajo la permanente amenaza de Estados Unidos.

Oídos sordos

Pyngyang ha sido objeto de siete paquetes sucesivos de sanciones impuestos por el Consejo de Seguridad de la ONU en respuesta a sus programas balístico y nuclear, pero insiste en que seguirá desarrollándolos.

Se estima que el primer ensayo nuclear de 2006 y las pruebas ulteriores estaban destinados a perfeccionar su diseño y fiabilidad, así como a incrementar su potencia.

La detonación anterior, en septiembre del año pasado, fue “la más poderosa a la fecha”, según Seúl, con un poder de 10 kilotones, inferior a los 15 kilotones de la bomba norteamericana que destruyó la ciudad japonesa de Hiroshima en 1945.

Las bombas atómicas -conocidas como “bombas A”- utilizan el principio de la fisión nuclear en la que la energía se libera por la división de átomos de uranio enriquecido o plutonio en el artefacto montado en la cabeza del dispositivo. Las bombas de hidrógeno -o “bombas H”, también conocidas como armas termonucleares- recurren a la fusión nuclear y son mucho más poderosas.

Hasta el momento, jamás se ha utilizado en combate una bomba H, pero forman parte de la mayoría de los arsenales nucleares existentes en el mundo.