Desde este 18 de diciembre hasta el domingo 21, el Centro Cultural Gabriela Mistral vuelve a reunir a cientos de editoriales y autores independientes, con una nueva edición de La Furia del Libro de Verano 2025.
Con un número más amplio de editoriales, espacios y alianzas, en esta edición reúne a más de 200 sellos de Chile y el extranjero, junto a una intensa programación que cruza literatura, pensamiento crítico, periodismo, política y actividades para todas las edades.
Galo Ghigliotto, director y uno de los fundadores, afirmó que “antes de la existencia de La Furia del Libro, no existía ni había existido nunca en la historia de nuestro país un evento dedicado a la edición independiente”.
“Hay que tener en cuenta, además, que la edición independiente fue la única que dio cabida a las publicaciones ligadas a la memoria y al testimonio, a la literatura y al arte militantes, en una época en la que tratar ciertos temas era arriesgado”, reflexionó.
A quince años de su primera edición, La Furia del Libro se ha consolidado como un espacio de encuentro entre autores, editores y lectores, en un contexto cultural marcado por transformaciones. De esa manera, contará con invitados internacionales, colaboraciones con instituciones culturales y medios, y una agenda que se expande más allá del recinto ferial.
En una entrevista, Galo Ghigliotto, editor y uno de los fundadores de La Furia del Libro, reflexionó sobre el momento que vive la edición independiente en Chile y el sentido político y cultural de las ferias del libro hoy. Además planteó el diálogo entre literatura y otros campos del pensamiento, y los desafíos que enfrentan los proyectos editoriales en un país donde, como él mismo señala, el principal reto sigue siendo existir.
-Esta versión de La Furia del Libro de Verano crece en número de editoriales, espacios y alianzas. ¿Qué te dice este crecimiento sobre el momento que vive el libro independiente en Chile?
El crecimiento de las editoriales en Chile ha sido exponencial y no tengo duda alguna de que se debe, en gran medida, a la existencia de plataformas como La Furia del Libro y otras.
Nunca dejo de pensar que, cuando empezamos, en 2009, éramos solo 18 editoriales. Ya desde el año 2011, cuando La Furia estaba consolidada como el único evento en su tipo, se comenzó a hablar del boom de las editoriales independientes, por lo que podemos decir, 15 años después de esa afirmación, que este boom se renueva y fortalece cada año.
En la última Furia de Invierno tuvimos 330 editoriales expositoras y, si bien muchas son extranjeras, nada indica que la creación de nuevas editoriales independientes vaya a cesar.
Hace poco estuve en la feria de editoriales independientes Più Libri Più Liberi, en Italia, y en esa instancia se habló de que en ese país, solo en la región de Lazio (Roma), había cerca de 7.000 pequeñas editoriales; a eso hay que sumar las del resto de las regiones de Italia, las medianas y las grandes. Es decir, el momento de crecimiento de la edición independiente en Chile aún puede seguir expandiéndose.
-La Furia se define como un espacio de bibliodiversidad y encuentro. En un contexto de tensiones culturales y políticas, ¿qué rol crees que cumplen hoy las ferias del libro independientes?
En nuestro caso, nos definimos como un festival literario y feria de editoriales independientes, ya que funcionamos no solo como un espacio de encuentro entre libros y sus lectores, sino también entre los creadores y el público.
En ese sentido, tenemos claro que la línea que se dibuja predominantemente tiene que ver con la exploración de ideas humanistas, que por antonomasia surgen y se articulan desde la perspectiva de los derechos humanos, con el consecuente compromiso por su defensa.
Este año hay una fuerte presencia de autores latinoamericanos y españoles. ¿Qué criterio hay detrás de estas invitaciones y qué diálogo buscan generar con la escena local?
La Furia del Libro es un evento que busca establecer alianzas con diferentes organizaciones con el fin de ampliar su propuesta cultural y alcanzar un público más amplio. En esas alianzas damos libertad a nuestros colaboradores para que hagan sus propuestas, tanto de contenidos como de participantes.
La alianza con la revista Cuadernos Hispanoamericanos involucra la participación de autores que colaboran con esa publicación. El diálogo, entonces, surge de los temas que se han tratado en dicha revista -que son varios- y de otros que tienen que ver con la realidad de la literatura escrita a través de las fronteras geográficas que tiende nuestro idioma.
-La programación cruza literatura con periodismo, política y pensamiento crítico. ¿Por qué es importante que la literatura dialogue con estos otros campos?
La literatura, entendida como ficción, es un vehículo que permite transportar elementos de la política y del pensamiento crítico a un público más amplio, que justamente está más interesado en las narraciones que en la no ficción. Esa es la importancia del diálogo: que no solo las artes literarias sean lo que encontremos en los libros, sino también otros contenidos que nos ayudan a construir memoria.
-Pensando más allá de esta edición, ¿cuáles dirías que son hoy los principales desafíos que enfrentan las ferias del libro independientes y, en particular, los proyectos editoriales que participan en ellas?
Hay que considerar que vivimos en un país que grava el libro con un 19 % de impuesto (aunque, para el lento movimiento de la edición independiente, en la práctica el IVA se paga dos veces), que tenemos pocas librerías, una dañina competencia de los piratas -que no discriminan entre editoriales independientes o transnacionales, y en un país donde están a punto de desaparecer del todo los espacios culturales en medios impresos y televisivos.
A esto se suma que la lectura no es algo que se impulse activamente, la competencia de las pantallas de los celulares, de las plataformas de streaming, etc. En fin, tomando todo eso en cuenta, diríamos que el gran desafío de las ferias y editoriales independientes es, ante todo, existir.
Para conocer el programa completo, visita este enlace.