Cerca de 4.000 personas asistieron este viernes en Hebrón (Cisjordania) al funeral de Raed al Jaabari, cuya muerte en una prisión israelí ha desatado una ola de indignación entre los palestinos.

“Es un crimen, lo mataron. Los forenses lo confirmaron, murió de un golpe violento en la cabeza”, dijo el exministro palestino de Prisioneros, Issa Qaraqe, en el funeral.

Según las autoridades palestinas, Jaabari, de 35 años, murió de un golpe aunque Israel afirma que se colgó en prisión.

Su cuerpo fue autopsiado tanto por los palestinos como por Israel, que todavía no ha publicado sus conclusiones.

Según el servicio israelí de prisiones (IPS), Jaabari se colgó en el baño de la prisión de Eshel, en el sur de Israel, y murió cuando lo estaban trasladando al hospital.

Las autoridades israelíes han designado a un juez para que investigues su muerte.

Hasta el 31 de julio había 5.383 palestinos en las prisiones israelíes, según el IPS, 446 de ellos bajo el llamado arresto administrativo.