La oposición venezolana convocó a una nueva marcha en Caracas para el sábado en contra de la escasez, uno de los reclamos que han motivado las protestas contra el gobierno que casi cumplen un mes y que han dejado al menos 18 muertos.

“Para el próximo sábado la unidad está convocando gran movilización nacional contra escasez, la que afecta a la mayoría!”, escribió el líder opositor y gobernador de Miranda, Henrique Capriles, en su cuenta de Twitter.

Otra concentración fue convocada para este martes en el este de Caracas y el interior del país por la diputada opositora María Corina Machado, quien secundó al dirigente de Voluntad Popular, Leopoldo López, preso en una cárcel militar por instigar a la violencia, en sus protestas callejeras bajo el lema “La Salida” del gobierno de Nicolás Maduro.

“Vamos a encontrarnos para hacer un homenaje a todos los caídos por la represión brutal de este régimen dictatorial”, explicó Machado en rueda de prensa, acompañada por la esposa de López.

La diputada indicó que a las 10H00 locales “una caminata silente” partirá hacia la plaza Alfredo Sadel, en el barrio Las Mercedes, uno de los puntos en la capital donde se han convocado los manifestantes las últimas semanas.

Este lunes, Machado también marchó acompañada por unas dos mil personas hasta la sede de la OEA en Caracas en Las Mercedes. Sobre una tarima frente al organismo, advirtió que ésta es “la última oportunidad que tiene la OEA” de sentar una postura frente a las protestas en Venezuela.

Las manifestaciones en Venezuela arrancaron el pasado 4 de febrero en la ciudad en San Cristóbal, cuando estudiantes protestaron por la inseguridad en las universidades tras el intento de violación y robo de una universitaria.

Luego, se extendieron a otras ciudades como Caracas, Valencia, Maracay y Lara, con reclamos contra la escasez de productos básicos, la inflación de 56% y la inseguridad que cobra 65 muertos diarios en promedio, según una ONG.

Parte de estas protestas han terminado con enfrentamientos entre grupos armados ilegales, estudiantes y fuerzas de seguridad del Estado, que han dejado al menos 18 muertos, más de 260 heridos y un millar de detenidos (la mayoría liberados), entre ellos funcionarios de la fuerza pública.