En conversación exclusiva con Radio Bío Bío, el lugareño de Tirúa que encontró una pieza metálica que podría corresponder a la avioneta desaparecida el 06 de octubre, contó los detalles de su hallazgo y se mostró esperanzado en que pertenezca a la máquina, lo que podría guiar una nueva estrategia de búsqueda.

Como lo hace cada 15 días, Edgardo Antileo, de 38 años de edad, bajó el pasado miércoles a la playa del sector Tranicura a recolectar el denominado “apio de mar”, una hierba medicinal utilizada en la zona. Una vez llenado el saco, se acercó al mar en busca de cochayuyo, momento en que dio con el trozo de metal entre unas rocas. Lo asoció inmediatamente a la avioneta desaparecida y optó por no mover el resto metálico.

Volvió a su casa, donde vive con su madre y un sobrino, y se contactó telefónicamente con un familiar de las personas desaparecidas el miércoles por la tarde, mismo día en que la FACH daba por cerrada la operación de búsqueda. Fue así como el ex jugador de fútbol Rubén Espinoza proporcionó el dato a Carabineros, cuyos efectivos, a eso de las 14:30 horas del jueves, llegaron a comprobar el hallazgo.

En el mismo lugar, según describió Antileo, también encontraron ropa interior masculina, entre otras prendas, sin embargo, los mismos familiares más tarde descartaron que perteneciera a alguno de los desaparecidos.

Ahora, el trozo metálico es periciado por especialistas de la Policía de Investigaciones, por orden del Ministerio Público, en orden a confirmar o descartar que sea una pieza del Cessna 172. Julio Hahn, hijo del piloto extraviado, eso sí, señaló que los colores no coinciden con la aeronave de su padre.

Escucha el testimonio de Edgardo Antileo:

Pedro Cid (RBB)

Pedro Cid (RBB)

Pedro Cid (RBB)

Pedro Cid (RBB)