En la política la mayoría de las veces, al igual que en un río, el cauce vuelve al curso natural. Esto ocurrió con Andrés Allamand y Laurence Golborne, cuya situación no daba para más, porque , a decir verdad, estaban más preocupados de su campaña personal que de atender a sus carteras ministeriales.
Lo mismo con Rodrigo Hinzpeter, quien hace más de un año se había desviado del curso en Interior. Con su traspado a Defensa, el escenario retornó a la normalidad. Posiblemente, alguien con mayor respeto por sí mismo se habría retirado.
En otro aspecto, sabíamos que la UDI tenía un acuerdo con Golborne de hace meses. No obstante, si usted quiere aprender de política, es muy simple: lea las declaraciones de ambos en el último tiempo negándolo todo.
Por otra parte, en la Oposición pone su cuota la Democracia Cristiana, donde Andrés Zalvídar le dice a Ximena Rincón y Claudio Orrego, los dos precandidatos del partido, que su liderazgo interno puede resultar finalmente perjudicial.
En otras palabras, sostiene que la candidata es Michelle Bachelet, que ella tiene el apoyo y que ni si quiera serían necesarias las primarias.
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