El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicando John Boehner, anunció el sábado su retiro de las negociaciones con la Casa Blanca para un acuerdo sobre la reducción de la deuda, un día antes de una reunión sobre el tema convocada por Barack Obama.

Boehner dijo en un comunicado que su partido se centrará ahora en la búsqueda de medidas más modestas sobre el tema de la deuda, en medio de los temores de que la primera economía del mundo caiga en cesación de pagos.

“A pesar de los esfuerzos de buena fe para encontrar una base común, la Casa Blanca no tratará de llegar a un acuerdo sobre una mayor reducción de la deuda sin aumentar los impuestos. Creo que el mejor enfoque sería centrarse en una medida más reducida”, señaló en su declaración.

El presidente Obama -que afirmó que la incertidumbre en torno a la lucha contra el déficit contribuyó a impulsar el desempleo en Estados Unidos- prevé reunirse el domingo con los líderes del Congreso para revisar las negociaciones sobre el presupuesto.

Además, Obama se entrevistará en la tarde con los líderes de la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, y del Senado, que controlan los demócratas.

Los diálogos se reactivaron el jueves, en medio de los temores de que Estados Unidos caiga en cesación de pagos.

En reacción a la retirada de John Boehner, la Casa Blanca abogó el sábado por un acuerdo “equilibrado” en los recortes presupuestales.

“Necesitamos un enfoque equilibrado que pida a los más ricos y a los intereses especiales que también paguen su parte proporcional, y creemos que el pueblo estadounidense lo aprueba”, dijo el jefe de comunicaciones de la Casa Blanca, Dan Pfeiffer.

“Hasta ahora, ambas partes han hecho un verdadero progreso, y echarse para atrás no sólo no resolverá nuestros retos fiscales, sino que justificará el cinismo que tiene la gente acerca de la política en Washington”, agregó.

Las negociaciones se desarrollan en el marco de la cuenta regresiva hacia el 2 de agosto, fecha en la cual -según el Tesoro- la primera economía mundial ya no estará en condiciones de reembolsar sus deudas si el Congreso no aprueba un incremento del límite de endeudamiento federal.

Los republicanos, por su parte, se niegan a dar su voto a menos que el ejecutivo acepte drásticos recortes en los gastos presupuestarios.

Obama está de acuerdo en cortar gastos y fijó en abril el objetivo de 4 billones de dólares de recortes en un período de 12 años. Pero él quiere también que los contribuyentes más ricos paguen más impuestos, lo que los republicanos rechazan hasta ahora.

La deuda bruta del Estado Federal, de unos 14,3 billones de dólares, alcanzó a mediados de mayo el techo autorizado por el Congreso y el déficit presupuestario debe llegar a 1,6 billones este año.

Las instituciones financieras internacionales advirtieron sobre las consecuencias globales de un eventual cese de pagos de Estados Unidos.