Especialistas de la Mutual de Seguridad de la Cámara Chilena de la Construcción entregaron una serie de consejos para un adecuado uso de mochilas, advirtiendo los riesgos que conlleva para la salud un mal manejo de este accesorio típicamente utilizado por estudiantes.

Wikimedia Commons

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Este elemento además de desempeñar la función de llevar los libros y cuadernos, debe cumplir- para los escolares- criterios de estilo, los que en muchas ocasiones se contraponen con su seguridad y salud, exponiéndolos a dolores y complejas lesiones.

“Cargar una mochila, todos los días por 10 años, puede traer consecuencias en los estudiantes, tanto en el corto plazo, generando cansancio y/o molestias localizadas en espalda y hombros, como en el largo plazo, facilitando desviaciones y lesiones a la columna”, aseguró la experta en ergonomía de la Mutual de Seguridad CChC, Paulina Hernández.

Explicó que un estudio realizado en 3.500 estudiantes de Europa y Estados Unidos durante el año 2004, indica que el peso de este utensilio no debe superar el 10% del peso del alumno. “Es decir, en un niño que pesa 30 Kg., la carga de su mochila no debiera exceder los 3 Kg. Un peso mayor lo hace arquear la columna e inclinar el tronco y la cabeza hacia adelante”.

Asimismo planteó que “la mochila debe tener asas anchas y acolchadas para evitar que se claven en los hombros. Se debe evitar el uso de una sola asa, ya que produce asimetría en la carga, desviando la columna. Idealmente debiera tener un cinturón acolchado tipo riñonera”, precisó la especialista.

Por ello se sugiere a los padres, comprar elementos livianos para no sobrecargar el peso de las mochilas que llevarán sus hijos al colegio.

Además se recomienda que en la distribución de los objetos los elementos más pesados vayan más cerca de la espalda (en la parte de atrás) y ubicar libros y materiales de modo que no se muevan dentro, por lo que es bueno privilegiar la compra de mochilas con compartimentos que ayuden a distribuir el peso.