Con la llegada el otoño, las temperaturas bajan, las horas de luz natural comienzan a disminuir y también los virus propios de la época empiezan a propagarse. Considerando lo anterior, y para dar respuesta a estos cambios, es que las necesidades de alimentación también deben variar.

De acuerdo al Círculo de Nutricionistas de Sodexo, empresa líder en la integración de Servicios de Calidad de Vida, “la falta de luz hace que el organismo aumente la segregación de hormonas como la melatonina, la cual se encarga de hacer que disminuya la temperatura del cuerpo y éste sienta la necesidad de ingerir mayor cantidad de alimentos para aumentar el aporte calórico”.

Además, otros factores propios de la vida moderna como el estrés y la contaminación, hacen que nuestro sistema defensivo deba realizar un gran esfuerzo para evitar enfermarse. Para aumentar las defensas en esta época y ajustar nuestro estilo de vida a la nueva estación, el Círculo de Nutricionistas de Sodexo entrega algunas recomendaciones:

1. Buscar alimentos que aporten calor

En esta época se sugiere dar paso a preparaciones como estofados, salteadas, verduras al vapor o legumbres.

Preparar comidas sencillas y con abundantes verduras de temporada, incrementar el consumo de legumbres y de proteínas, pero no de grasas, e incorporar picantes suaves como el jengibre y la mostaza que aportarán calor, son algunas de las alternativas para que nuestro cuerpo se nutra de alimentos de mayor aporte energético.

2. Alimentos de temporada

Una buena opción para nutrir nuestro cuerpo en otoño es aumentar el consumo de verduras de raíz como zanahoria, cebolla, puerro, rábano y setas.

Otros alimentos muy recomendables son el repollo, que posee una alta cantidad de vitamina C y carotenos; y los cítricos como naranjas y mandarinas, los cuales además de fortalecer nuestro sistema inmunológico, su alta presencia de Vitamina C nos ayuda a asimilar mejor el hierro de los alimentos. Por su parte, el zapallo, aporta numerosos nutrientes antioxidantes, fibra y es muy digestivo.

3. Más infusiones

Tomar agua caliente de canela, jengibre o anís, es muy favorable para la salud, sobre todo para la digestión, y no agregan calorías a la dieta si se ingieren sin azúcar o con endulzantes sin calorías.

4. Potenciar el dulce natural

El dulce es el sabor del otoño, y así nos lo indica la naturaleza, ofreciéndonos toda clase de frutas y verduras con un dulzor natural que se puede potenciar con las cocciones adecuadas.

A modo de ejemplo, peras o manzanas cocidas, endulzadas con miel, que actúa como un antibiótico natural, son muy recomendables para los postres otoñales.

También, respetar los horarios y acostarse temprano es muy útil para recuperar el ánimo y tener pensamientos positivos, ya que es muy común en esta época el bajo estado de ánimo y la fatiga.

“Debemos tener en cuenta que con el cambio de estación nuestro sistema nervioso se ve afectado, y se produce mayor cansancio, somnolencia, desmotivación y bajo estado de ánimo, sintomatología transitoria que va desapareciendo paulatinamente a medida que el cuerpo se ajusta y se va adaptando a las circunstancias ambientales. Por esto, al comer alimentos de temporada, además de mantener el ciclo natural de producción de estos, cuidamos nuestra salud y preparamos nuestro organismo para esta fría y húmeda estación”, concluye el Círculo de Nutricionistas de Sodexo.