Este domingo una parte importante de los conductores del Transantiago realizaron una paralización ante la inseguridad que dicen vivir cada vez que se juega el superclásico del fútbol chileno entre Colo Colo y Universidad de Chile.

Dos horas antes del partido, esto es pasadas las 10 de la mañana, los buses de al menos tres empresas operadoras dejaron de circular, ante el temor de que fuesen secuestrados por hinchas, que vandalizan las máquinas en el trayecto.

Por esto, el intendente Claudio Orrego llegó hasta el Estadio Nacional para realizar una evaluación de la paralización, la cual calificó de significativa, pero que no fue completa.

La autoridad indicó que “seguiremos trabajando con los choferes porque, insisto, la seguridad de ellos es importante, lo reconocemos, hay que fortalecerla, y el derecho de la ciudadanía a movilizarse también”.

Los buses comenzarán a circular después de las 16 horas.