El fallecido militar Sergio Arellano Stark (r,) a pesar de ser sindicado como el hombre que dirigió la “Caravana de la Muerte”, logró zafar de la justicia y evitar ser procesado por su deteriorado estado de salud.

El militar en retiro fue condenado a 6 años de prisión por su participación en diversos crímenes de lesa humanidad, pero no llegó a cumplir este dictamen por su condición de salud.

Alzheimer, diabetes y alcoholismo, fueron algunas de las patologías que llevaron a la Corte Suprema a dictaminar “sobreseimiento por demencia”, en diciembre de 2015, en favor de Arellano Stark, consignó El Mostrador.

“En lo demás se confirmó el pronunciamiento de primer grado y los sobreseimientos definitivos de fojas 3.629, por enajenación mental del enjuiciado Sergio Arellano Stark”, dice el dictamen de la Corte Suprema.

Un informe médico publicado en 2008 por The Clinic, señala que el general (r) padecía de “patologías médicas que se correlacionan por sí solas con deterioro cognitivo severo o demencia: alcoholismo, daño hepático crónico, diabetes melitus, encefalopatías metabólicas”.

El documento también señala que los exámenes cerebrales que se le realizaron, demuestran un daño asociado al Alzheimer, además de una genética familiar relacionada con esta enfermedad.

Los peritajes médicos también establecieron un deterioro de la memoria y cognitivo grave, agregando que Arellano Stark tenía una alteración del juicio y pensamiento, dificultando su capacidad para procesar información.

Por otra parte, la publicación establece que los problemas cognitivos de Arellano Stark comenzaron a producirse de forma consistente en abril de 2007.

Los exámenes al general en retiro concluyeron presentaba una demencia mixta tipo Alzheimer y vascular, la cual es progresiva, crónica y determina enajenación mental, por lo que requiere de un tratamiento médico y cuidados perentorios, en régimen de hospitalización.