Hace exactamente una semana, el Fiscal Luis Toledo protagonizaba la primera formalización del Caso Caval, en contra de 13 personas, entre ellas, Natalia Compagnon, Mauricio Valero y Herman Chadwick.

En la ocasión, la nuera de la Presidenta Michelle Bachelet quedó con firma mensual, arraigo nacional y prohibición de comunicarse con el resto de los imputados, mientras que su socio y el síndico quedaron con arresto domiciliario total y arraigo nacional.

Siete días después de esa audiencia, la revista Qué Pasa dio a conocer una serie de pruebas que el persecutor no presentó en la formalización y que permitieron, varias de ellas, que los imputados no tocaran la cárcel. Entre ellas se destacan correos electrónicos y escuchas telefónicas, que eran parte de un extenso Power Point que Toledo no exhibió.

“Puta, Valero hueón”

Mauricio Valero | Francisco Castillo | Agencia Uno

Mauricio Valero | Francisco Castillo | Agencia Uno

La revista tuvo acceso a cuatro escuchas, protagonizadas tanto por Compagnon, una ‘voz femenina‘ que no se logró identificar y el socio de Caval, Mauricio Valero.

31 de marzo del 2015. 13.36 horas.

Voz femenina: Ya, yo creo que de entrada, Valerito, hay que sacar todo lo que diga Fernando Romero -yerno del multimillonario Carlos Slim, a quien el dueño de Ruta 86 (quien comprara los terrenos), Manuel Guerrero, vinculó en el negocio-.
Valero: Absolutamente, si yo te rayé todo eso.
Voz femenina: Ya estoy leyendo, estoy leyendo, pero lo de Fernando Romero, o sea cero vinculación con Fernando Romero.
Valero: Cero, si esto es Sergio y Álvaro. Ahora yo adjunté los últimos correos (…)
Voz femenina: Los otros correos son básicamente las reuniones. Un par de reuniones, una en casa (inaudible) en eso estaba metido Seba, que fue la primera reunión almuerzo que tuvimos y la otra no po, que no dice nada, cachái, o sea era como y otra que como que me manda sus contactos.

07 de abril de 2015. 13.51 horas.

Valero: No, ya está informado porque hoy día estuve revisando y no te explico lo que tengo en el
computador. Casi me fui de espalda.
Compagnon: ¿En serio?
Valero: Sí, Nata.
Compagnon: Puta, Valero hueón.
Valero: Estoy superpreocupado.
Compagnon: ¿Dónde estay?
Valero: En mi casa.
Compagnon: Por qué no te vení a mi oficina, nos juntamos con Felipe.
Valero: Bueno.
Compagnon: Dile a Antonio que se venga altiro.

09 de abril de 2015. 21.22 horas.

Valero: ¿Podemos juntarnos, Nata?
Compagnon: Sí, mañana nos tenemos que juntar, porque hoy día tenía que ver esta cuestión de poner un recurso de protección.
Valero: Podemos hablar tranquilo ahí en la oficina.
Compagnon: Yo creo que sí po, Valerín. Ahora salí, estoy fumándome un cigarrito aquí en la terraza de mi casa para hablar tranquilita. Mañana juntémonos.
Valero: Porfa. ¿Estás tranquila? ¿Podemos hablar ahí?
Compagnon: ¿Es que sabís qué?
Valero: ¿Qué?
Compagnon: O sea, estamos en una pecera Valero. Eso es lo único que te transmito.
Valero: Claro, juntémonos donde tu tía mejor. Creo que es la parte más escondida.

Natalia Compagnon | Rodrigo Sáenz | Agencia Uno

Natalia Compagnon | Rodrigo Sáenz | Agencia Uno

20 de abril de 2015. 16.33 horas.

Voz femenina: Mañana viene un reportaje en El Mercurio sobre las boletas de nosotros.
Valero: ¿Las boletas de nosotros?
Voz femenina: Claro. Con Antonino Prado, Sergio Bustos, Victorino, con la María Elena (Lee, quien hoy es asesora jurídica de la Dirección Sociocultural de la Presidencia), con todos.
Valero: ¡Con la María Elena!
Voz femenina: O sea, Antonio está superchoreado, porque le pidió la contabilidad el otro día a Marcelo y Marcelo todavía no se la manda y me dice ‘puta El Mercurio tiene toda la información y nosotros no la tenemos’.
Valero: ¡Pero cómo van a tener todas las boletas!
Voz femenina: Y tienen todo. Todo. Todo. Con nombre y apellido, entonces vamos a tener que ver, porque esta wea por algún lado se está filtrando, cachái, y estos weones significa que tuvieron acceso a Impuestos Internos pu, weón.
Valero: Lógico, no lógico de cada boleta y ahí está la boleta de nuestra amiga.
Voz femenina: Pucha, exactamente.
Valero: Esa cuestión hay que blindarla, si no da pa mucho cahuín.

Chadwick y su “obsesión” con Caval

Otro antecedente clave y que el Fiscal Luis Toledo no presentó en la audiencia son los intercambios de correos de Herman Chadwick con la familia Wiesner, propietaria en primera instancia de los terrenos en Machalí.

Recordemos que a última hora, el síndico llegó a un acuerdo con la familia para que, por el pago de $640 millones, se retiraran los cargos en su contra. Así se evitó la presentación de los escritos que revelaban el pago de honorarios fuera de la ley.

Según reveló Qué Pasa, Chadwick se reunió con los abogador de Wiesner, Daniel Huerta y Matías Ovalle -también imputados en el caso-, además de Patricio Wiesner y su hijo Alex, en donde presentó un cuaderno, diciendo que debían efectuarse gestiones para modificar el uso de suelo, advirtiendo que el proceso requería de varios estudios, teniendo un costo total del 6.000 UF.

“No nos indicó quién haría el trabajo, ni tampoco nos consultó si nosotros queríamos contratar dichos servicios, sino que simplemente nos informó que eso se haría y que el valor era el indicado”, señaló Álex Wiesner.

Luego del primer remate de 40 hectáreas, la familia propuso pagar un ‘premio extra’ para el síndico. “Estimado Herman: Habiendo conversado con mi papá al respecto del incentivo por la venta de las 42 hectáreas restantes, te queremos plantear una escala de incentivos, tal como te comenté ayer, para incentivar la venta al mejor precio posible”, revela un correo, en donde se adjunta una tabla, en donde el incentivo aumentaba a medida que el precio de venta era mayor, dicta la revista.

Más tarde, a mediados del 2013 y viendo que había pocos interesados por los predios, el propio Wiesner, junto a sus abogados, contactó a Celfin Capital y a Hudson Bankers para conseguir financiamiento y oferentes. Con los últimos, sostuvo una reunión, en donde estuvo presente Chadwick.

Herman Chadwick | Francisco Castillo | Agencia Uno

Herman Chadwick | Francisco Castillo | Agencia Uno

Según la declaración de Wiesner, “el síndico escuchó atentamente los planteamientos de Todd Huckaby -CEO de Hudson Bankers-, quien manifestó tener potenciales interesados por el paño. En ningún momento Chadwick dijo nada sobre la oferta de Caval. Pero dos días más tarde, el 5 de julio de 2013, informó que tenía una carta oferta de la firma de Compagnon desde el 3 de abril, con financiamiento del Santander”, la cual finalmente se cayó.

Por lo último, Patricio Wiesner recibió una llamada del síndico, en donde lo acusaba de querer boicotear la transacción entre el banco español y Caval. “Ahora, con el tiempo, puedo entender que el síndico y otras personas tenían mucho interés en que no aparecieran otros postores u oferentes para mis predios, distintos de Caval”, afirmó.

Cerrado el negocio con la empresa de Compagnon y Valero, Chadwick informó a los Wiesner que los trabajos por el uso del cambio de suelo tendrían una brusca alza: de 6.000 UF pasaban a 18.000.

“En esa oportunidad, el síndico nos manifestó que ese dinero debíamos pagárselo a Juan Díaz Sepúlveda, que no se bajaría ni un peso, y que no nos quedaba más que aceptar, porque nuestro vuelto a raíz de estas gestiones era de aproximadamente $ 2.000 millones y que teníamos que pagar nomás”, manifestó. Por su lado, su hijo Alex Wiesner expuso que “nos sorprendió y molestó mucho la actitud del síndico, quien simplemente nos informó de esta situación, diciendo que era lo que se debía pagar”.

Juan Díaz, el “patrón de fundo”

Luego de haber recibido los $415 millones de la transacción, Juan Díaz Sepúlveda decía que él era el propietario de la mitad de los predios de Machalí, pese a que su nombre no estaba puesto en las escrituras públicas.

Qué Pasa reveló que el ex operador de la UDI llegó a hacerse cargo de los terrenos, quedándose en la vivienda que era de la familia Wiesner. De hecho, Patricio Wiesner declaró al Fiscal Toledo que “el síndico -Herman Chadwick- me advirtió, me conminó expresamente, que no fuera a tocar la casa patronal de estilo colonial y que dejara las puertas, rejas, sanitarios, etc., intactos. Lo que así se hizo, cuestión que extrañó al martillero, quien dijo que en este caso lo habitual es que se remate todo, incluso las tejas artesanales del techo, hasta las plantas ornamentales y árboles del jardín”.

Juan Díaz Sepúlveda | René Meriño | Agencia Uno

Juan Díaz Sepúlveda | René Meriño | Agencia Uno

Ya como “patrón del fundo”, Díaz ordenó a su amigo, el arquitecto y ex director de Obras del municipio de Machalí, Jorge Silva Menares, remodelar la casa para transformarla en su oficina. Entre las exigencias, le pidió modificar los planos que separan a la viviendas de las 44 hectáreas, además de desterrar una añosa palmera para llevarla a una parcela en el sur, lo que al final no ocurrió.

Tras cinco meses, el ex operador dejó la administración, quedando pendientes trabajos, imposiciones y sueldos impagos.

Gatito“, “Mandrake” o “Juanito” -apodos de Díaz-, tenía un millonario acuerdo con Chadwick para gestionar el cambio de uso de suelo y conseguir un comprador de los terrenos. Además, acordó con Compagnon y Valero, obtener el 50% de las ganancias del negocio, según consta en la publicación.

Para intentar apurar el proceso, Valero escribió a Cynthia Ross, del municipio, un correo en octubre del 2013, consultando por el cambio de uso de suelo. “Estimada Cynthia: Por encargo de Juan te reenvío carta consulta que necesitamos le llegue a Jorge -Silva, director de Obras de la comuna-, esperando respuesta con confirmación de 120 hab/ha. Saludos, Mauricio”.

Al día siguiente, Jorge Silva le respondió: “Sr. Valero, en relación a su consulta (…) se solicitó un aumento de densidad a 80 hab/ha. Una vez aprobado el Plan Intercomunal, nosotros efectuaremos una enmienda aumentando la densidad en un 20%“, información que resultó ser valiosa para el negocio de Caval.