Un “legítimo sentido de malestar” manifestó la UDI esta jornada a través de su presidente, Hernán Larraín, quien dio lectura a una declaración pública en la que argumentan lo que a juicio del partido ha sido un “trato desigual” por parte de los organismos que indagan en los casos de financiamiento irregular.

Para la colectividad, el actuar ha sido “muy ajeno a la responsabilidad y ecuanimidad con que deben actuar los organismos competentes”.

“Mientras respecto de personeros de la oposición los procesos avanzan con mucha rapidez, la investigación de otros del oficialismo, como el caso Martelli, se posterga sin dificultades”, afirmó Larraín.

“Así, hoy sólo hay dirigentes de la UDI y RN que han sido formalizados y están con medidas cautelares, en tanto los de las colectividades políticas de gobierno, han sido escasamente llamados a declarar”, añadió.

Igualmente, indicó que “las medidas cautelares que se han adoptado en diversos casos, revelan también tratos diferentes ante situaciones equivalentes. En una de las audiencias, Alberto Cardemil, a quien se le imputan tres delitos, se le da una cautelar de arraigo nacional con firma quincenal, en tanto que a otra persona, con imputaciones similares, como es el caso de Jovino Novoa, se le decreta arresto domiciliario total”.

“Tanto el Ministerio Público como los tribunales han actuado con criterios distintos ante la misma situación”, remarcó.

En vista de los antecedentes, para la UDI es factible afirmar que “existen diferencias muy marcadas en la forma en que se están llevando las investigaciones por malas practicas en el financiamiento electoral”.

“No pedimos nada en concreto respecto de las numerosas investigaciones en curso, ello no corresponde. Nuestra intención es muy simple: a partir de los hechos reseñados, queremos llamar la atención de lo que le está ocurriendo al Servicio de Impuestos Internos, al Ministerio Público y a los tribunales de justicia, confiando en que sabrán revisar esta situación. No hacerlo y seguir actuando del mismo modo, permitiría afirmar que no existe igualdad de trato y que en Chile las instituciones no funcionan igual para todos”, aseveró.

“Nosotros no validamos las malas prácticas de nadie, pero eso no significa que podemos aceptar discriminaciones, desigualdades de trato y eso me parece que los chilenos lo entienden con claridad”, sentenció en el cierre de su exposición el timonel.