Según un catastro realizado por la municipalidad de Illapel, se han perdido más de 7.000 cabezas de ganado caprino en las zonas rurales producto de la sequía, lo que se ha visto agravado con las heladas.

Los resultados del trabajo realizado señalan que también han muerto cerca de 200 de vacunos, lo que tiene alarmados a los crianceros de esa comuna del sur de la región de Coquimbo, producto de la falta de forraje y agua.

De acuerdo a lo señalado en el municipio las pérdidas están afectando principalmente a pequeños crianceros que están enfrentando la emergencia hídrica casi de manera exclusiva con los recursos del Estado, situación que además agrava de manera sustancial la situación económica de éstos.

Se estima que estas muertes, acentuadas por las heladas que se han presentado en los últimos días, irán en aumento, por lo que los ganaderos mayores y menores se encuentra en alerta y solicitan más apoyo de parte del Gobierno.

En la última visita que realizaron funcionarios municipales, donde se instalaron bebederos para animales en el sector secano en la localidad de Cañas Sur, se pudo constatar que sólo allí habían muerto once vacunos y un caballar.

Los afectados

El presidente de la Asociación de Crianceros Caprinos de Illapel, Domingo Barraza, sostuvo que en las cifras que mantiene el municipio no se cuentan las muertes de cabras por la mal parición.

“Tenemos entre el 50 y 60 % de los animales que han abortado y el ganado mayor está muy débil”, explicó.

Pero esta situación está siendo analizada por la Mesa Comunal de la Sequía, la que está integrada por dirigentes de diferentes localidades de la comuna y presidida por el alcalde de Illapel, Denis Cortés, quien anunció que “solicitaré recursos para responder a esta necesidad, porque la falta de lluvia se deja sentir, los campesinos están perdiendo ganado mayor y menor y, por ello, junto a la Mesa de la Sequía hemos acordado solicitar recursos al Gobierno Regional para comprar forraje, dado que en la actualidad solo se destina para agua de emergencia, estanques y arreglos de caminos que permitan el acceso a camiones aljibes”, señaló la autoridad.

Cortés precisó que el municipio con los pocos recursos que cuenta, dispuso de un camión para trasladar agua y la instalación de bebederos para los animales.

“Hemos instalado en Cañas Sur, Canelillo, Los Cristales de Peralillo, Socavón y seguiremos en otras localidades afectadas para paliar la muerte del ganado”.

El alcalde dijo que estaban conscientes de que dichas medidas no eran la solución definitiva, “pero con los pocos recursos que tenemos es la forma en que podemos ayudar a nuestros campesinos y crianceros”.

Comiendo basura

Uno de los ganaderos de la localidad de Cañas Su, Luis Silva, dijo que la situación es tan compleja que “los animales están comiendo basura, ha habido harta pérdida y han muerto muchos vacunos por falta de forraje”.

En el sector de Canelillo, en tanto, piden que les surtan de forraje, puesto que ya no tienen con qué alimentar a sus animales. Según el municipio, en esta localidad, Julia Flores ya ha perdido 12 vacunos y los que le quedan correrán la misma suerte si no es asistida.

Esta realidad de Julia Flores se está repitiendo en numerosas localidades rurales de Illapel, donde la persistente sequía está acabando con el ganado de los crianceros, que es la única forma que conocen para subsistir.