Nebraska puede convertirse en el 19° Estado de Estados Unidos en abandonar la utilización de la pena de muerte como sanción criminal, a pesar de la promesa de veto de su gobernador, luego que su senado aprobara la noche del jueves la abolición de ese castigo.

Con el trasfondo de la controversia del uso de la inyección letal como medio de ejecutar a reos condenados a muerte, la cámara única de Nebraska (centro) resolvió por 30 votos contra 13 adoptar una ley que reemplazará la pena capital por reclusión perpetua, con un efecto retroactivo para los once condenados a muerte, según un comunicado divulgado este viernes por el Senado.

Pero el gobernador republicano Pete Ricketts inmediatamente prometió vetar el texto LB268, alegando que la pena de muerte es “una herramienta importante para la seguridad pública.”

“Los presos condenados a muerte tenían la condena que merecen, no merecen vivir como la realeza durante toda su vida a costa del contribuyente”, tuiteó el gobernador.

Si los senadores confirman su voto por segunda vez será suficiente para superar el veto del gobernador y abolir la pena de muerte en el estado, como ya ocurrió en otros 18 estados de 50 en Estados Unidos, incluyendo seis desde 2007.

Además, 11 estados han renunciado a ejecutar a sus condenados a muerte sin haber abolido legalmente la pena de muerte, elevando a 29 el número de estados norteamericanos que ya no utilizan el máximo castigo, además de la capital federal Washington.

El número de ejecuciones en EEUU sigue disminuyendo, el 80% de ellas se concentra en sólo tres Estados en 2014 (Texas, Misuri y Florida).

Antes de votar el jueves, varios senadores de Nebraska destacaron el riesgo de ejecutar a un inocente o mantener la imagen pobre de Estados Unidos, el quinto en el ránking mundial en número de ejecuciones después de China, Irán, Irak y Arabia Saudita.