Continúa la alerta por posible desborde de relaves mineros en Atacama y Antofagasta. Desde el Ministerio del Medio Ambiente aseguraron que la situación se encuentra bajo control, y en un monitoreo permanente, mientras que desde organizaciones como Greenpeace, expresaron su preocupación por la falta de información oficial sobre el estado de los depósitos de desechos mineros.

Mientras personal del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), se encuentra en la región de Atacama evaluando el nivel de toxicidad de los desechos mineros, continúa la preocupación por el posible desborde de los depósitos ubicados en la zona afectada por inundaciones.

El ministro del Medio ambiente, Pablo Badenier, aseguró que los tranques de relaves están siendo monitoreados de forma permanente, descartando posibles desbordes a corto plazo.

Desde el Greenpeace, su director ejecutivo, Matías Asun, señaló que una de las mayores dificultades para el desarrollo de un catastro de los depósitos, es que muchos de ellos no poseen un dueño conocido, por lo que en esos casos, no hay datos oficiales sobre la toxicidad de los desechos y la posibilidad de desborde.

Durante la próxima semana, personal especializado de organizaciones como relaves.org, viajarán a la zona afectada para emplear su propia evaluación del estado de los depósitos.

En la última semana, en la organización han recibido numerosas denuncias sobre la mezcla de lluvia y desechos tóxicos de la actividad minera, entre ellos metales pesados como plomo y arsénico.

Oficialmente, Sernageomin informó que tanto en la región de Antofagasta como en la de Coquimbo, no hay depósitos en estado crítico, que constituyan una amenaza inminente para la población, mientras que denunció que actualmente, existe más de un centenar de relaves abandonados, en las dos regiones más afectadas por las lluvias e inundaciones.