Un terremoto sacudió la madrugada del sábado (tarde del viernes en Chile) la región noreste de Japón, provocando que las autoridades locales emitieran un aviso de tsunami para sus costas, el que fue levantado menos de dos horas después del sismo.

Según informó la Agencia Meteorológica de Japón (JMA), el movimiento ocurrió a las 04:26 hora local y alcanzó una magnitud de 6.8, frente a las costas de Fukushima, y con profundidad de 10 kilómetros. Esto motivó que tanto esa prefectura como Iwate y Miyagi estén bajo el aviso (no advertencia) de oleaje.

Un primera crecida de 20 cm del nivel de las aguas se registró ya menos de una hora después del sismo en Ishinomaki, la ciudad costera más afectada hace tres años y medio.

No obstante, la agencia meteorológica de Japón señaló que “hemos levantado la alerta de tsunami pero no se acerquen a la costa de momento porque puede haber cambios del nivel del agua“.

En contraparte, el Centro de Alertas del Pacífico (PTWC) descartó que un tsunami afecte a otros países y detalló que en ocasiones este tipo de eventos podrían generar un “tsunami local”.

En nuestro país, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada ratificó lo emitido por el PTWC, por lo que informó que “las características del sismo no reúnen las condiciones para generar un tsunami en las costas de Chile”.

La alarma de los teléfonos móviles de periodistas de la AFP sonaron una treintena de segundos antes del temblor para avisar de la posibilidad de que ocurriera, gracias a un sistema de detección precoz y de informaciones de la agencia de meteorología.

Unos minutos después del sismo, la compañía gestora de las dos centrales nucleares de Fukushima, Fukushima Daiichi y Daini, indicó que “de momento no se detectó ninguna anomalía en las instalaciones”.

Los operadores de otras instalaciones nucleares vecinas, también paradas, dieron el mismo tipo de información.