Si sueles “postergar” tu alarma varias veces en lugar de simplemente apagarla y levantarte de la cama, debes dejar de hacerlo. Así lo advierte el doctor estadounidense Robert Rosenberg, especialista en medicina del sueño, quien señala que esta acción “no sólo puede ser un signo de un sueño inadecuado o de mala calidad, sino que puede hacer que tu funcionamiento durante el día sea aún más difícil”.

“Puedes estar sufriendo lo que llamamos el jet lag social. Duermes mucho más tiempo los fines de semana, pero los días de semana, debido a la presión del trabajo o la familia, no puedes. Aplazar la alarma del despertador es un esfuerzo infructuoso de obtener el sueño que realmente necesitas”, explica el profesional.

Esto ocurre porque al sonar la alarma de despertador estás interrumpiendo tu actual etapa de sueño. “Por desgracia, en muchos sentidos, el sueño fragmentado es peor que no dormir”, dice Rosenberg.

Por ejemplo, “si estás en la fase del sueño REM y se interrumpe con la alarma de despertador, esto puede conducir a una incapacidad para procesar y conciliar los recuerdos emocionalmente cargados de la jornada anterior. Además, el sueño fragmentado puede resultar en cambios de humor, problemas cognitivos, y la dificultad para prestar atención”, comenta.

Pero, ¿Qué podemos hacer para evitar esto?. El especialista señala que en primer lugar debemos darnos cuenta que en muchos casos nuestro cuerpo nos está diciendo que no estamos durmiendo lo suficiente.

Lo mejor es tratar de acostarse media hora antes, poner la alarma a la hora exacta que nos levantaremos y apagar todos los dispositivos que emiten luz azul al menos una hora antes de acostarse. Esto último porque la luz azul retrasa la producción de melatonina, que se traduce en “cantidades importantes de hormona del sueño en tu torrente sanguíneo al despertar”.

Otras alternativas, pueden ser poner la alarma en un lugar lejano que te obligue a pararte de la cama para apagarla.

Pero en definitiva “la conclusión es que si crónicamente tienes la necesidad de postergar la alarma de despertador, algo probablemente está mal. Puedes estar fuera de sincronía con tu reloj interno. Puedes ser un ave nocturna tratando de mantener el calendario de trabajo de una alondra mañanera”, dice, añadiendo que si sueles aplazar tu alarma es posible que sufras un trastorno del sueño que te está perturbando, sin que te des cuenta.

“Presionar el botón de postergación es un pobre sustituto de un sueño sano”, afirma.