En medio de los cuestionamientos a dos notarias de la Región Metropolitana por las miles de firmas que recolectaron en un par de horas, las cuales eran requeridas por el Servicio Electoral para validar dos candidaturas presidenciales, se abrió una discusión sobre el trabajo que están realizando los notarios.

Estos cuestionamientos ya venían desde el 2012, cuando el propio presidente Sebastián Piñera anunció el envío de un proyecto de ley que obligue a los notarios y conservadores del país a modernizar sus sistemas y funcionamientos, para evitar los altos costos que estos pueden alcanzar, como también subir las medidas de seguridad para evitar estafas.

Uno de estos sistemas que ofrece el mercado es el registro biométrico, que lee la superficie del dedo de una persona y además un lector lee la cédula de identidad, lo cual cruza automáticamente y en línea la información obtenida, verificando que una persona es la titular del documento que presenta en una notaría.

Además ese sistema, a diferencia de otros, no requiere la creación de bases de datos externas, puesto que utiliza como fuente el Servicio de Registro Civil y de Identificación de Chile, institución a cargo del enrolamiento de la huella dactilar, según precisó la empresa TOC que entrega el servicio.

El gerente general de TOC, Ricardo Navarro, sostuvo a Radio Bío Bío que al implementar el sistema en línea no solamente ayudará a evitar en un 100% la cantidad de fraude, sino que los elimina en forma total y absoluta.

Navarro aseguró que “es imposible hacer fraude ya sea con la nueva cedula de identidad o la anterior, ya que la información contenida en estas cédulas están encriptadas, por lo tanto es imposible que haya una suplantación de identidad”, eso si las notarías invierten en el sistema.

Además sostuvo que actualmente 44 notarios mantienen el sistema y no han tenido problema con ello. La cantidad puede considerarse baja si se analiza que son más de 300 oficinas en el país, donde existen incluso algunas que todavía realizan el grueso del proceso con máquinas de escribir.