La Corte Suprema respaldó a la jueza Jéssica González en sus acciones para llevar a delante la investigación por el caso contra el sacerdote Fernando Karadima.

Específicamente de forma unánime declaró inadmisible el recurso de queja interpuesto por el abogado Juan Pablo Bulnes, quien representaba al sacerdote en el juicio canónico, esto luego de que el 13 de abril pasado sufrió el allanamiento de sus oficinas para incautar el expediente del caso llevado a cabo por el Vaticano.

Cabe recordar que tras el allanamiento existió una seria polémica puesto que el jurista aludió a que el Vaticano era un Estado independiente, por tanto con legislación propia y que no correspondía a la justicia chilena acceder de esta forma a los antecedentes.