La justicia italiana iniciará el 6 de abril el juicio al jefe de gobierno Silvio Berlusconi por prostitución de menor y abuso de funciones en el escándalo sexual conocido como Rubygate, un caso que ha desgastado a su mediática personalidad.

Berlusconi, de 74 años, es acusado de haber pagado los servicios sexuales de Ruby, apodo de la joven marroquí Karima el Mahrung, cuando tenía 17 años, y por haber intervenido ante la policía de Milán (norte) para que la liberaran, después de que fuera detenida por robo la noche del 27 de mayo.

Tanto el mandatario como Ruby han negado haber tenido relaciones sexuales, aunque la joven admitió que Berlusconi le dio 7.000 euros tras su primer encuentro.

Es “probable” que la primera audiencia sea aplazada, según adelantaron este lunes los abogados defensores.

A la audiencia no asistirá Berlusconi ni la joven marroquí, entre los 200 testigos citados por las partes y que incluyen estrellas de la televisión local y el divo estadounidense George Clooney con su compañera sentimental, la actriz italiana Elisabetta Canalis.

El primer ministro será “juzgado inmediatamente”, un procedimiento particularmente rápido previsto por el Código Penal italiano y que se basa en “pruebas evidentes”.

El recurso había sido solicitado por la fiscalía de Milán el pasado 9 de febrero en base a una amplia documentación que demostraría que Ruby, quien ya cumplió 18 años, habría mantenido relaciones sexuales pagadas con el primer ministro italiano cuando era menor de edad.

La primera audiencia fue fijada para el 6 de abril y será consagrada seguramente a asuntos preliminares. La audiencia sucesiva podría ser fijada para finales de mayo o inicios de junio.

Pese a que el tema suscita interés en todo el mundo, la prensa tanto escrita como televisiva tienen prohibido el acceso al tribunal.

Las acusaciones contra Berlusconi, quien será juzgado además por un colegio formado por tres magistradas mujeres (Carmen D’Elia, Orsola De Cristofaro y Giulia Turri), indignaron a medio millón que mujeres, que marcharon en febrero en varias ciudades de la península para protestar contra su visión “machista” del sexo femenino.

El juicio suscitó una lluvia de reacciones en Italia, ya que se trataría de la primera vez que un jefe de gobierno es juzgado por prostitución de menor y por haber “abusado de su calidad” de primer ministro.

“Se trata del uso bárbaro de la justicia”, declaró recientemente Berlusconi, quien ha intentado minimizar y hasta bromear sobre el caso.

El jefe de gobierno rechaza sistemáticamente tales acusaciones y sostiene que se trataba de fiestas “elegantes” con “comida, tres músicos y seis camareros”, el llamado “bunga-bunga” que organizaba en su residencia privada.

Los abogados defensores de Berlusconi rechazaron toda acusación de abuso de poder y aseguran que Berlusconi intervino ante la policía porque estaba convencido de que la joven marroquí era “la sobrina del presidente egipcio Hosni Mubarak” y quería conservar las buenas relaciones con ese país.

Si bien Berlusconi no está obligado a presentarse a las audiencias, prometió que asistirá los lunes, por lo que se presentó el lunes 28 de marzo por primera vez en ocho años, con motivo de una de las audiencias preliminares que decidirán si se le juzga por presunto fraude fiscal y abuso de confianza, otro de sus líos judiciales pendientes.