Corea del Norte justificó el jueves su ataque del mes pasado contra una isla surcoreana, que causó 4 muertos y 18 heridos, diciendo que las “marionetas belicistas” del sur provocaron el incidente para tratar de incitar a un conflicto más amplio.

Pyongyang afirmó de nuevo que había reaccionado a un ejercicio militar naval que las fuerzas armadas surcoreanas llevaban a cabo en esa zona fronteriza sensible, escenario de varios incidentes graves en los últimos años.

Según Corea del Norte, el Sur disparó “miles de obuses” que cayeron en las aguas norcoreanas durante ese ejercicio.

La isla de Yeonpyeong, bombardeada por el Norte, se encuentra al sur de la línea fronteriza trazada por la ONU después de la guerra de Corea (1950-53). Pyongyang no reconoce esa frontera, estimando que debería ser bajada hacia el sur, y que la isla en cuestión se encuentra en consecuencia “dentro” de sus aguas territoriales.

“Las marionetas belicistas del Sur dispararon miles de obuses en las aguas territoriales de la República Popular de Corea del Norte (DPRK)”, afirmó Pyongyang en un comunicado difundido por la agencia oficial KCNA.

“Este acto irresponsable era a todas luces una provocación deliberada que buscaba empujar a la DPRK a responder”, añadió la agencia.

Esta declaración se produce al día siguiente del anuncio por Seúl y Washington de nuevas maniobras militares conjuntas tras el bombardeo “deliberado e ilegal” de la isla surcoreana.