El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo este viernes que le hubiese gustado que la limusina presidencial fuese más respetuosa con el medio ambiente y funcionase en forma híbrida (gasolina y electricidad), pero que no pudo ser debido al peso del vehículo.

Durante sus desplazamientos por carretera en Estados Unidos y el extranjero, el mandatario usa una enorme limusina blindada apodada “The Beast” (La Bestia), construida especialmente para él por Cadillac (General Motors) siguiendo las directivas del Servicio Secreto, la policía de élite a cargo de su protección.

“Cuando empecé a estar protegido por el Servicio Secreto, quise saber si se podía hacer que estos autos blindados fuesen híbridos”, declaró Obama ante la consulta de un empleado de una fábrica de componentes eléctricos en Charlotte (Carolina del Norte, este), donde estaba de visita.

“Y lo siento, pero el Servicio Secreto dijo que no. Es porque estos automóviles son como tanques de asalto”, añadió Obama, quien promueve el desarrollo de una economía “verde”, una de las piedras angulares de su política económica.

“Están reforzados, por lo que pesan de dos a tres veces lo que pesa un automóvil ordinario. Con un motor híbrido, (sus creadores) no pudieron obtener buenos resultados en materia de aceleración”, lamentó el mandatario.

La limusina presidencial de Obama, que dispone de ventanillas antibala, una carrocería de blindaje pesado, neumáticos a prueba de pinchazos y un habitáculo hermético, fue concebida para resistir a distintos tipos de atentados, incluidos disparos de cohetes o un ataque con armas químicas, según Cadillac.