Aunque les cueste reconocerlo abiertamente, muchas personas disfrutan más de la pornografía que del sexo con una pareja y son muchos los elementos que pueden influir en esta situación.

Así lo planteó la psicóloga clínica especialista en terapia sexual, Marianne Brandon, quien se refirió al tema en una columna en el portal Psychology Today.

Para ejemplificar este fenómeno, presentó el caso de Tim, uno de sus pacientes. “Él vivía con su novia desde hace poco más de tres años. Durante el último año, ella había estado pidiendo más sexo, y últimamente estaba cada vez más enojada porque él se lo negaba. Tim le dijo que su libido estaba baja y ella le creyó. Ciertamente trabajó muchas horas: trabajar de forma remota le ahorró trasladarse a la oficina, pero de alguna manera lo llevó a jornadas laborales más largas. Simplemente no podía alejarse de su computador. Pero la verdad era que, cuando tenía deseo sexual, Tim prefería el porno al sexo.“, contó la terapeuta.

“El agotamiento del trabajo era una buena excusa, pero Tim sabía que no podía usarla para siempre. Me llamó porque amaba a su novia y quería volver a tener sexo con ella. Ella no sabía que me estaba viendo, y él dijo directamente que no tenía intención de decírselo e invitarla a una sesión obviamente no era opción para él”, añadió.

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Brandon indicó que la historia de Tim no es tan única como algunos pueden creer. “Veía pornografía unas cuantas veces a la semana, a veces más, rara vez menos. No eran que estuviera obsesionado con la masturbación, era sólo que cuando quería una experiencia sexual, quería tenerla en solitario”, explicó.

La psicóloga indicó que muchas personas prefieren la masturbación al sexo, al menos ocasionalmente.”Pero la elección constante de Tim de la pornografía por sobre su pareja corría el riesgo de arruinar su relación íntima”.

En este sentido, la especialista dice que si te identificas con la situación de su paciente, puedes encontrar al menos cinco explicaciones a tu comportamiento.

1. Puede que el sexo con tu pareja no sea tan emocionante

“Tal vez tu pareja no sea un/a amante muy entusiasta y no te sientas particularmente deseado. O quizás el sexo se ha vuelto tan rutinario que es predecible y aburrido”, comentó.

Pero no está todo perdido. La especialista recomienda que hables con tu pareja sobre qué te gustaría hacer en el sexo para que fuera más emocionante para ambos.

“Pídele que comuniquen su deseo de manera más obvia, con sonidos o movimientos. Explícales que su deseo te enciende. Sugiere algunas cosas que te gustaría probar: formas de tocarse, juegos de roles o nuevas posiciones sexuales”, indicó.

2. Es más fácil para ti tener un orgasmo cuando estás solo/a

Este es el caso de muchas personas y esto pasa porque puedes controlar la estimulación.

“Sabes exactamente cómo y cuándo tocarte para crear la experiencia más intensa. A veces la gente piensa que es el porno lo que hace que la masturbación sea tan emocionante y podría ser, pero a menudo la pornografía es solo un vehículo para tu concentración mental, y tu toque es la clave”, explica Brandon.

La solución puede ser sugerirle a tu pareja que se masturben el uno al otro. Así, “pueden aprender qué funciona mejor para cada uno. Masturbarse el uno para el otro es en realidad un sentimiento muy vulnerable y, por lo tanto, un juego sexual emocionante”, expresa.

3. Te sientes desconectado emocionalmente de tu pareja

“Tal vez te sientas no respetado/a o rechazado/a por ellos, pero no estás hablando con tu pareja al respecto. Es muy difícil tener intimidad con alguien cuando las emociones incómodas te separan”, asegura Brandon.

La especialista indica que la única forma de salir de emociones difíciles es enfrentándolas. “Eso significa que tienes que hablar con tu pareja sobre lo que te molesta. Si hablar te parece un paso demasiado grande, tal vez puedas comenzar escribiéndole una carta”, recomienda.

“Trata de expresarte en un momento en que ambos estén tranquilos para poder hablar con amabilidad y respeto. De lo contrario, si estás alterado/a, todo lo que tu pareja verá y oirá es tu enojo, y no recibirán el mensaje subyacente”, advierte.

4. Tienes preocupaciones sexuales y te sientes ansioso/a o avergonzado/a durante el sexo en pareja

Cuando esto ocurre, sientes tanta ansiedad por el desempeño que se vuelve un desafío para ti sentir placer durante el sexo.

Brandon sugiere explicarle a tu pareja que las preocupaciones sexuales están interfiriendo en tu placer sexual. “Pide su compasión mientras buscas ayuda. Practica la meditación de atención plena para ayudar con la ansiedad por el desempeño. Habla con tu médico y/o un terapeuta sexual para desarrollar una estrategia de tratamiento”, comenta.

5. Te gusta algo que te da vergüenza compartir con tu pareja o has intentado compartirlo y tu pareja no es receptiva

Si es tu caso ve qué elementos de tu fantasía pueden incorporarse a tu experiencia sexual en pareja de manera sutil. “Puedes ver pornografía justo antes del sexo, fantasear con ella durante el sexo o encontrar formas de crear las emociones que sientes mientras experimentas (vulnerable, deseable, humillado, lo que sea)”, explica.

Brandon advierte que es probable que preferir la masturbación al sexo en pareja tenga un impacto negativo en tus relaciones íntimas con el tiempo.

“Si deseas evitar esa posibilidad, sigue el ejemplo de Tim y busca ayuda. En terapia, Tim se dio cuenta de que la ansiedad por el desempeño y la ira no resuelta estaban afectando su vida sexual más de lo que él pensaba. En última instancia, en lugar de ver pornografía en secreto y con culpabilidad, Tim trabajó para desarrollar un sexo más excitante con su pareja”, finaliza.