¿Qué diferencia un buen waffle de otro malo? La pregunta no es simple pero, como en todo, la calidad de los ingredientes es la medida.
Por eso llama la atención que un local que está enfocado en el envío a domicilio –Waffle Take Away– y en la venta a “la calle” falle tanto en eso.
Y falló las tres veces que pedí a domicilio para probarlo.
Partiendo por el principio, la entrega se hace en un sobre de papel que, claro, en el caso de los waffles calientes llega húmeda por el calor natural de la preparación.
Súmele a eso que además de una bolsa de papel medio deshecha dentro encontrará envueltos de manera individual, pero todos amontonados, los waffles que pidió.
Todo húmedo y tibio porque, además, no separan entre preparaciones calientes y frías.
Todo mal. Todo revuelto. Todo húmedo.
Y eso que no es barato pedir aquí porque, en realidad ¿cuál es el costo de hacer un waffle? Estamos mal acostumbrados a la lógica de que todo lo comestible debe costar de un precio para arriba, pero si la calidad no acompaña no es bueno tomar esa decisión.
Entre las cosas que pedimos, por ejemplo, un Waffle Doble Cheddar con albahaca ($3.500), en donde los ingredientes eran más una pasta que una lista de ingredientes a probar.
Acá el tomate cherry y las papas hilo le robaban protagonismo al doble queso y a la rúcula; además, el tocino no estaba crocante. O al menos no llegó crocante. Ni un poco.
Otra preparación es el Waffle Vegetariano ($3.500), que suma una mezcla de quesos mantecoso y mozzarella, choclo, champiñones, espinaca y papas hilo.
Acá la humedad del trayecto más el líquido que naturalmente contienen sus ingredientes terminan por dejar una masa con un sabor que está lejos de ser rico.
Lo verde estaba oxidado y las papas en proceso de endurecimiento acelerado.
En el local tienen varias alternativas para el postre.
El Waffle Dulce Tentación ($3.300), que suma manjar, nutella, frutillas y plátanos es una gran idea, y suma una crema batida que estaba muy buena (que llegó separada en un pote especial).
El problema es que las frutillas no estaban a punto, y la mezcla de nutella y manjar pasó desapercibida ante la masa del waffle.
Está bien: El waffle requiere de una masa grande pero la idea es que esto no opaque el sabor de la preparación. Y si lo hace tiene dos caminos, o achica la masa o incluye más ingredientes.
Las masas, extrañamente, no mantuvieron la consistencia en el tiempo: En dos pedidos llegaron correctas, consistentes y con buena textura; mientras que en otro pedido estaba más dura de lo recomendable sobre todo si, como era mi caso, se pide para compartir con niños.
Todo esto me llamó la atención porque al escribir esta reseña descubrí que el local está bien posicionado por sus comensales, al menos en su fanpage.
Quizá en el local, que es un ambiente más controlado, las cosas cambian, pero esta fue mi experiencia, tres veces, al pedir vía delivery.
No podría recomendarlo.
Para escribir esta reseña pedí de manera anónima tres veces a través de Uber Eats al local. No se recibió ni utilizó ninguna invitación por parte de ellos.
Waffle Take Away. San Martín 949, Concepción. Despachan a domicilio a través de PedidosYa y Uber Eats.
Por Mario Riveros M.
@mario_riverosm
