Cada año son miles las personas que se animan a planear sus vacaciones en destinos populares por sus paradisíacos, inusuales y fotografiables paisajes.
En muchos casos, las redes sociales han puesto de moda muchos sitios turísticos y eso provoca la masiva llegada de visitantes.
Si bien esto trae beneficios económicos para las comunidades, también causa estragos en estos pequeños paraísos.
Lo anterior puede ser por el exceso de visitantes, descontroladas fiestas y comportamiento, la cantidad de basura que estos producen, sumado al alza de arriendos y elevado costo de vida.
1- Venecia (Italia)
Sin dudas, la hermosa ciudad de los canales es uno de los destinos turísticos más conocidos a nivel mundial.
Como era de esperar, los viajeros llegan hasta la ciudad italiana conformada por 120 pequeñas islas, comunicadas entre cientos de puentes y canales, con la idea de recorres sus calles y dar un romántico paseo en góndola.
Según estimaciones, Venecia recibe 30 millones de turistas al año.
Como era de esperar esto ha traído serios inconvenientes para sus 50.000 habitantes, quienes han comenzado a abandonar la ciudad por el notable alza en el costo de vida o bien por lo saturada que está la ciudad.
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Es por esto que es común ver decenas de imponentes edificaciones sin mantención y que han sido abandonadas.
A comienzos de este año el municipio de Venecia implementó una polémica determinación: instalar tornos en puntos estratégicos, los que serían cerrados en caso de que la ciudad tenga una cantidad excesiva de turistas.
2- Santorini (Grecia)
En Instagram abundan las hermosas fotos de casas blancas y azules que miran hacia playas color calipso y arenas blancas. Se trata de la bella isla de Santorini, en Grecia.
Según indica Forbes, en 2015 la isla tuvo un récord de 10 mil turistas en un solo día. Y anualmente recibe a cerca de 2 millones de visitantes.
No obstante, esta gran afluencia provoca problemas en el abastecimiento de agua potable, electricidad, manejo de basura y también tacos permanentes en las carreteras.
Es por esto que las autoridades griegas han puesto límites a la cantidad de personas que ingresan a la zona.
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Recientemente se dio a conocer otra arista de los estragos del turismo masivo en la isla: los burros.
Estos animales son una de las atracciones de esta turística isla griega para el traslado de personas y equipaje.
Por este motivo se anunció que estos animales serán protegidos de la sobreexplotación, a fin de garantizar “el respeto de los derechos y el bienestar de los burros” que aseguran el transporte de los turistas desde el puerto hasta la capital de la isla, Fira, varios cientos de metros más arriba.
3- Islandia
Impresionantes cascadas, playas de hielo, geisers, auroras boreales y miles de kilómetros de naturaleza virgen, hacen pensar que estar en Islandia es viajar a otro planeta.
A esto se suma que la hermosa isla ha sido escenario de películas como The secret life of Walter Milly, Otro día para morir, Star Wars: The Force Awakens y la popular serie Game of Thrones.
Es por esto, que desde hace un tiempo, la isla se ha convertido en uno de los destinos más populares del mundo. Se estima que en 2017 más de 2 millones de turistas llegaron al país que cuenta con sólo 334.000 habitantes.
Sin duda, la masiva llegada de personas ha comenzado a causar problemas en el tranquilo país y pone a prueba la paciencia de los islandeses.
Tal como señala El Día es común que los visitantes alquilen vehículos e ingresen a pequeños caminos y terrenos privados, para así evitar caminar por los senderos que llevan hacia las cascadas u otros atractivos naturales.
De esta manera, las aglomeraciones, el manejo de basura y la afectación de la naturaleza son parte de los problemas que ha acarreado el turismo de masas y que tiene a las autoridades pensando en medidas para revertir esta situación.
4- Phi Phi
Uno de los casos más dramáticos es de la Phi Phi en Tailandia. Este paraíso tropical saltó a la fama luego del estreno de la película La Playa, de Danny Boyle, protagonizada por Leonardo Dicaprio.
Esto causó que la isla sufriera una ola de turismo, en donde los estragos acarreados por esta actividad comenzaron a crecer de manera preocupante.
Según se ha indicado, Phi Phi y las islas aledañas reciben 1,4 millones de personas, que año a año llegan para bañarse en sus aguas y recorrer el lugar.
La abundancia de las lanchas a motor, aguas residuales y anclas de los barcos que trasladan turistas han causado graves daños a los arrecifes de coral y la fauna marina.
Tomando en consideración lo anterior, el Gobierno Tailandés decidió cerrar por cuatro meses el balneario: desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre no se permitirán los turistas.
La drástica medida -para un país que prácticamente vive del turismo- tiene como fin que el ecosistema “descanse” y se recupere, indicó el Departamento de Parques Nacionales, Vida Salvaje y Conservación de Plantas.
5- Rapa Nui
La isla de Rapa Nui, conocida por sus moais, no podía faltar en este lamentable listado.
La pequeña isla de sólo 25 kilómetros de extensión recibe al año 80 mil visitantes de Chile y el extranjero, lo cual es un exceso tomando en cuenta su territorio.
A esto se suma el creciente aumento de chilenos que llegan vivir a la isla con la idea de instalar negocios, restaurantes y hoteles, lo que ha causado la molestia de la población indígena.
Un reciente estudio realizado por la Universidad Católica, la isla de Rapa Nui cuenta con más de 7 mil habitantes. Esta sobrepoblación estaría dañando su infraestructura. Hanga Roa sería la localidad más dañada.
Una de las situaciones más preocupantes son el incremento de la basura, el exceso de vehículos y el aumento de la migración.
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Respecto a los desechos, el vertedero que existe en la isla recibió en 2016 casi 7 mil 500 toneladas de residuos. Esto considerando que el lugar no cuenta con alcantarillado.
Tras la petición de los habitantes de la isla, hace unas semanas el Gobierno anunció que a partir del 1 de agosto comenzarán a regir las nuevas normas para visitar Rapa Nui, puesto que la Ley Nº 21.070 regulará el paso de turistas.
En concreto, los visitantes -chilenos o extranjeros- sólo podrán permanecer por un periodo máximo de 30 días y, además, tendrán que cumplir con una serie de requisitos ante la Policía de Investigaciones (PDI) al momento de abordar el vuelo.
