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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El 23 de julio de 1982, durante el rodaje del remake de "Twilight Zone", el director John Landis participó indirectamente en la muerte de dos niños y el actor Vic Morrow. De hecho, Landis y cuatro miembros de la producción fueron acusados de homicidio involuntario, lo que llevó al estancamiento de su carrera. El accidente ocurrió por la falta de medidas de seguridad y la presencia ilegal de menores en el set. Aunque fueron absueltos de cargos criminales, la tragedia marcó la relación entre Landis y Steven Spielberg, quien criticó la imprudencia en el cine.

En contadas ocasiones, la realidad puede superar a la ficción. Tal como ocurrió el viernes 23 de julio de 1982, cuando el director de cine, John Landis, filmaba el remake de la serie de ciencia ficción “Twilight Zone”. En ese momento, Landis que era un creativo en ascenso, se estaba estableciendo como un director de renombre, al igual que Steven Spielberg.

Por entonces, Landis unió fuerzas con los directores Joe Dante, Steven Spielberg y George Miller para filmar la cinta que homenajeaba a la serie creada por Rod Serling.

Es así como cada director iba a filmar un segmento, en el caso de Landis, se encontraba realizando la historia de Bill Connor, un hombre racista que es transportado a distintas épocas, donde experimenta las consecuencias de su intolerancia.

Pero Landis, siendo un director obsesivo hasta las últimas consecuencias, culminaría el relato con una sorprendente explosión de fuego y pirotecnia en una aldea vietnamita, en el momento en que Connor (interpretado por el actor Vic Morrow) debía llevar a dos niños vietnamitas en brazos en medio de un caudaloso río.

Entre las explosiones que simulaban la guerra de Vietnam, tanto Morrow y los niños actores, Renee Shin-Yi Chen (6) y Myca Dinh Lee (7) perecieron durante la filmación.

Por un lado, Landis y cuatro personas de la producción, entre ellos, el coordinador de efectos especiales y el piloto del helicóptero, fueron acusados de homicidio involuntario.

Este fue el principal motivo de que la carrera de Landis se estancara y convirtiera al director en un paria de los grandes estudios.

Luz, cámara y acción

John Landis siempre se caracterizo por ser un director que apreciaba el realismo en sus películas. Así lo hizo en la película de “The Blues Brothers” (1980), donde en varias escenas se muestran múltiples choques de autos y explosiones monumentales de edificios.

De este modo, el set montado en Indian Dunes, California, para la nueva versión “The Twilight Zone” servía para emular el ambiente agreste y salvaje de Vietnam.

Un escenario que de partida, no cumplía con los estándares básicos de seguridad, según se supo después.

Vic Morrow

Por entonces, un helicóptero iba a protagonizar la escena de alto riesgo, en el que el personaje de Vic iba encontrar la redención después de salvar la vida de los niños. Una acción, que en un primer bosquejo, no estaba contemplado, recuerda una publicación de El País.

Esta escena, que involucraba el uso de un helicóptero militar Bell UH-1 Iroquois, estaba piloteado por Dorcey Wingo, un veterano de Vietnam, que volaba a 7,3 metros de altura. Una sentencia de muerte se podría decir. Según recoge Robert Weintraub en Slate, el director estaba en la búsqueda de plasmar “explosiones grandiosas” en la pantalla.

El accidente que enterró la carrera de John Landis

Mientras la escena del helicóptero se filmaba, el piloto advirtió que la pirotecnia dañó un rotor de la nave, provocando la caída del Bell UH-1 directamente sobre Morrow y Myca Dinh Le, decapitándolos con las aspas de la aeronave.

En tanto, Renée fue aplastada por el helicóptero.

Stephen Farber y Marc Green en su libro Outrageous Conduct (Conducta inaceptable), describieron con exactitud los detalles del accidente.

Según los autores, las llamas de la explosión controlada “se elevaron muy por encima de lo previsto hasta rodear casi por completo el helicóptero”. Al mismo tiempo -revela el libro- Wingo sufrió un ataque de pánico. Mientras tanto ,Landis, que estaba fascinado por la escena, habría dicho: “La toma está quedando genial, pero a este paso vamos a perder el helicóptero”. Además de enfatizar en todo momento, que el piloto debía bajar mucho más.

Renee y Myca | Creative Commons

De hecho, varios testigos aseguraron que en el set, hubo un silencio sepulcral, hasta que un alarido de dolor de la madre de Renée hizo que todos volvieran en sí otra vez.

En el libreto que nunca se dijo, Morrow tenía que decirles a los niños lo siguiente: “Yo los salvaré, niños, no se preocupen. Les juro por Dios que nadie va a hacerles daño”.

La absolución de John Landis

Tras el incidente, las pericias del juicio demostraron que el vuelo rasante del helicóptero y las múltiples explosiones gatillaron el funesto escenario.

En cuanto al desarrollo del caso, el director John Landis, el piloto Dorcey Wingo, el jefe de producción Dan Allingham y el especialista en explosivos Paul Stewart, fueron acusados de homicidio involuntario.

Aunque al final, el jurado los liberó de todo cargo criminal en el juicio que se extendió entre abril de 1986 y febrero de 1987.

John Landis | Shutterstock

No obstante, durante la investigación se descubrió que la presencia de los niños en el set era ilegal, puesto que la norma legal prohibía la presencia de los menores a altas horas de la madrugada.

También se descubrió que la presencia de los niños estuvo marcado por un pago en efectivo ante un representante de las familias de ambos menores. En ese sentido, el propio Landis expresó que el plan podría llevarlos a la cárcel, recogió The New York Times.

En varios testimonios, también se acusó a Landis de fomentar una conducta temeraria, puesto que al director le gustaban las escenas con fuertes explosiones: “Si crees que fue fuerte, aún no has visto nada”, habría dicho Landis, según recogió el citado medio.

Así las cosas, el hecho también rompió la amistad de Steven Spielberg y John Landis. En resumidas cuentas, el director de E.T., el extraterrestre expresó su pena por la muertes ocurridas en el set, a diferencia de Landis, que admitió que el incidente daño seriamente su carrera.

Spielberg, detalló su experiencia en una entrevista con Los Angeles Times: “Ninguna película merece la pena morir por ella. Creo que la gente se está enfrentando mucho más que nunca a los productores y directores que exigen demasiado. Si algo no es seguro, es derecho y responsabilidad de cada actor o miembro del equipo gritar: ‘¡Corten!"”.