Entre la crueldad cometida, el estudiante de medicina cortó sus dedos, pero dejó un anillo que sería clave en las investigaciones.

Blanca Arellano, de nacionalidad mexicana, creyó que había encontrado el amor, vencer las distancias y dar con la que pensó era su persona. Meses después, todo terminó en la más horrible pesadilla. Algo que medios peruanos denominaron el peor femicidio de su historia.

La última semana de julio del 2022, marcaba el inicio de la tragedia de quien cruzó casi 5 mil kilómetros para reunirse con el que se suponía era su amor. Pero, realmente, sería su verdugo.

La historia de Arellano, su afinidad con su victimario por los videojuegos en línea y los femicidios en Perú, revelaron para ese entonces, cifras escalofriantes de ese delito en el vecino país: más de 670, entre 2017 y 2022, cuando la mexicana fue parte de las estadísticas, según el medio local El Comercio.

Sin embargo, el de Arellano se trata de un caso que, desde un inicio, direccionó la investigación a otros posibles delitos, como el de tráfico de órganos, debido a la barbarie con la que su femicida intervino su cuerpo sin vida, para luego exhibir ciertos restos en redes sociales, valiéndose de sus estudios en medicina.

Blanca Arellano: el principio del fin de una vida

Tanto en México, país de origen de Blanca Arellano, de entonces 50 años, como en Perú, el destino que escogió engañada, dieron amplia cobertura al caso que estremeció no sólo a su familia, sino, a quienes se horrorizaron con el desenlace que tuvo.

La oriunda de la capital mexicana, con estudios de turismo, gustaba de hacer ejercicio, recorrer en bicicleta y de los videojuegos. Ese último hobby fue el que la llevó a conocer al peruano Juan Pablo Villafuerte, estudiante de medicina de Huacho, localidad a unas dos horas de Lima.

La dinámica en común los fue juntando cada vez más. El periódico El País, versión México, asegura que Blanca y Juan Pablo formaban parte de una fan page de Facebook, donde interactuaban entre sí y con otros miembros de la comunidad de videojuegos, de sus respectivos países.

En una ocasión, para el cumpleaños de Arellano, Villafuerte le dejó un sentido video para felicitarla. Así comenzaría, poco después, un noviazgo que duró dos años a la distancia.

El que parecía un novio ilusionado, le prometió hacer un viaje al Distrito Federal Mexicano, para conocerse en persona. Posteriormente le dijo a Blanca que se le dificultaron los planes y que no podría viajar.

Fue entonces cuando la mujer decidió vender su bicicleta, otras pertenencias y dejar todo para irse a Huacho, asegurándole a su familia que el peruano era su amor y que viviría con él. El 27 de julio del 2022, tras ir a despedirla al aeropuerto, fue la última vez que la vieron con vida.

Blanca Arellano vendió todo para irse a buscar el amor junto a Juan Pablo Villafuerte en Perú
El Comercio Perú

Una potencial tragedia, disfrazada de felicidad

Habían pasado 3 meses desde que Blanca Arellano salió de México para vivir su idilio con su enamorado Juan Pablo Villafuerte.

El Comercio de Perú, recogió el testimonio de una de sus amigas más entrañables, Mercedes Gaytán, quien en su última conversación con ésta, en noviembre del 2022, le aseguró felicidad en su nueva vida.

“A nosotros nos decía que estaba muy contenta, que se sentía muy bien, nos compartía los videos del mar, porque ella ama el mar”, comentó Mercedes. Sin embargo, en esa conversación no se le vio junto a Villafuerte o se precisó si era el mismo departamento que ambos arrendaron a unos metros del océano. Un lugar modesto, pero un comienzo para la pareja.

Lo particular de esa conversación, fue el llanto de Arellano, algo que su amiga tomó como una mezcla de alegría y nostalgia que implica mudarse de país, por amor y estar lejos de sus seres queridos.

No obstante, lo que ocurrió poco después, daría pistas de la situación que la mexicana estaba enfrentando. La historia camuflada de romance se tornaría sangrienta, en el departamento compartido.

Blanca Arellano le dijo a una amiga que era feliz en Perú, pero era todo lo contrario
Perú 21

La desaparición de una mexicana engañada

Al perder contacto con blanca durante 4 días, sus amigos y familiares en México comenzaron a preocuparse y reportaron su desaparición desde tierras aztecas.

Debido a la buena comunicación que Blanca siempre tuvo con su familia, ellos sabían detalles de con quién vivía, a dónde y hasta las características del inmueble, gracias a las fotografías y videos que compartió.

La policía peruana comenzó la búsqueda de la ciudadana mexicana, en esa fecha de 51 años, a casi 4 meses de arribar a Huacho, para vivir con su pareja Juan Pablo Villafuerte.

Guiados por las imágenes del lugar, al llegar al departamento del sujeto, éste negó a los uniformados haber tenido una relación con ella, tal como lo hizo con una de sus sobrinas, a quien le relató que su tía se “había aburrido” de él y “se fue de vuelta para México”.

Blanca nunca retornó a su país de origen y tampoco había comunicación con ella. Su celular seguía apagado. Villafuerte, en cambio, el día de la desaparición de la que se creía era su pareja, viajó de Lima a Huacho, según consta en los registros de GPS, el 6 de noviembre del 2022, día en que ocurría un crimen atroz en Huacho, pero del que nadie lo supo hasta días después.

Para ese entonces, el peruano ya estaba en otra relación sentimental. Blanca y todo el amor que le juró, incluso en los videos en los que le dedicaba canciones, quedaron en nada y tramó deshacerse de ella de la forma más cruel.

Juan Pablo Villafuerte, negó a sobrina de Blanca Arellano, saber de su paradero: "Se aburrió de mí"
www.peru.gob

El fin de blanca Blanca Arellano: su cruel asesinato y desmembramiento

El viaje de Villafuerte, de Lima a Huacho, tenía un fin específico: asesinar a Blanca Arellano.

Según las investigaciones posteriores, el sujeto asesinó a golpes a su pareja y desmembró su cuerpo. Tras decapitarla, alteró su rostro para hacer imposible una identificación. Al torso de la víctima le extrajo los órganos internos que conservó. Los pies y los dedos de las manos fueron las otras partes seccionadas que, irónicamente, acabaron en el lugar que ella más amaba: el mar de Huacho.

Unos pescadores encontraron partes humanas, en distintas escenas, entre esos, un pie, un torso y dedos humanos. Uno de estos, con un anillo de plata.

Como Arellano era quien figuraba como desaparecida en el lugar, practicaron pruebas de ADN que fueron cotejadas con ejemplar celeridad, muy distinto a lo que por lo general ocurre en otras zonas de Latinoamérica.

Pruebas de luminol

Para el 15 de noviembre del 2022, un contingente policial, entre estos de laboratorio, entró al departamento de Juan Pablo Villafuerte. En su ausencia, realizaron pruebas de luminol, un reactivo sencillo con el que se buscan restos de sangre, aunque esta haya sido limpiada.

Las pruebas dieron positivo en la cama, en el baño del departamento y en otras zonas donde el sujeto desmembró el cuerpo de Blanca. Comenzó en ese instante la búsqueda del principal sospechoso del asesinato.

En uno de los dedos encontrados en la playa de Huacho, se encontró el anillo de plata de Blanca Arellano, mexicana
El Comercio / Perú

La aprehensión del estudiante que exhibió restos humanos en TikTok

Para el momento en que el principal señalado de asesinar a la mexicana, Blanca Arellano, era fugitivo, el caso ya era de dominio público en toda la república peruana, debido a sus atroces características.

Los testimonios de las personas y cámaras de vigilancia lo situaron en supermercados, comprando cloro y hasta 8 bolsas negras de basura. Una vecina, incluso, mostró la compra de éstas últimas, la cual realizó Villafuerte por medios electrónicos.

Sin embargo, entre las principales pruebas que lo incriminaron estaba la maleta de Blanca Arellano, con sellos mexicanos, pese a que el hombre aseguró que ésta se regresó a su país. Además de las pruebas de ADN practicadas a los restos encontrados, la familia de la víctima reconoció su anillo de plata, en uno de los dedos ubicados en la playa.

Pero, dentro de la frialdad de este caso, faltaba algo insólito por agregar: Villafuerte, valiéndose de sus estudios de medicina en la Universidad José Faustino Sánchez Carrión, de la localidad de Huacho, exhibió los órganos que se presumen eran de Arellano, en una demostración de “ciencia”, por medio de su cuenta de TikTok.

La vida de una mujer que creyó haber encontrado el amor, más allá de cualquier frontera, quedó reducida a la atrocidad y frialdad de su verdugo.

“Es calculador, frío en su expresión y en el interrogatorio hay varias contradicciones”, señaló un portavoz judicial de Huacho. Por cierto, Villafuerte, con un hermano gemelo, fue distinguido por un tatuaje en su brazo. Al momento de su captura fue ubicado en un inmueble de la ciudad de Lima, en el distrito Villa El Salvador, con una mujer de 26 años, quien dijo que era su pareja desde hace un mes.

Sin embargo, la detuvieron por el delito de encubrimiento. La joven dijo que lo conoció en una aplicación de citas, que no conocía a la víctima y que recién se enteró de lo que él le había hecho, ya que Villafuerte le contó que Blanca sólo era una amiga mexicana a la que ayudaba de vez en cuando. Incluso, llegó a decir que se trataba de una indigente a la que ayudó por caridad.

Juan Pablo Villafuerte fue capturado junto a una joven con la que inició una relación aún estando con Blanca Arellano
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La condena de Villafuerte por el cruel asesinato de Blanca Arellano

Al llevar a la comisaría a Villafuerte, sus contradicciones ante la prensa fueron aún más evidentes. En un inicio declaró que no la conocía, pero pronto cambiaba su versión asegurando que sí tuvieron una relación.

En todo momento se declaró inocente de su asesinato, pese a las pruebas en su contra. “Las investigaciones lo determinarán”. Con esa frase se escudaba, pese a que todas las pruebas apuntaban hacia él.

Prisión preventiva

Durante casi un año de investigaciones, pasó 9 meses en prisión preventiva. En medio de ese periodo, se atrevió a decir: “Por favor, lo único que pido, para la paz de la familia, para la paz de la señora Blanca, es que se haga justicia a través de mi colaboración y se encuentren a los verdaderos culpables”.

Sus deseos se cumplieron el 13 de septiembre del 2023, a casi 12 meses de cometer el crimen, la justicia peruana lo condenó a 35 años de cárcel por el delito de femicidio contra la mexicana Blanca Arellano, sin embargo, según el juez de la causa, el ministerio público no sustentó lo suficiente las acusaciones por tráfico de órganos.

“El acusado propinó a la agraviada varios golpes provocando un sufrimiento deliberado en la víctima”, aseguró, previo a la sentencia, el juez René Holguín.

Villafuerte debe pagar a la familia de su víctima la suma de 50 mil soles, el equivalente a casi 12 millones de pesos chilenos. No obstante, ni todo el mar de Huacho o todas las sumas posibles, podrán devolverles a Blanca, quien, en busca del amor, encontró una cruel muerte.