Fue en 1952 que las mujeres pudieron votar por primera vez en las elecciones presidenciales del país, aunque la lucha por el sufragio femenino comenzó mucho antes. Ahora, a siete décadas de su primer voto, una mujer de 103 años quien participó en el movimiento volvió a las urnas.

Fue un 4 de septiembre, pero hace 70 años que las mujeres tuvieron por primera vez el derecho de ejercer el voto femenino en el Chile. Fecha que coincide con las elecciones del Plebiscito de Salida de la Nueva Constitución que se lleva a cabo esta jornada.

A pesar de que la lucha por el voto femenino comenzó mucho antes, fue recién en 1952 que las mujeres pudieron sufragar en las elecciones presidenciales de ese año. No obstante, ya habían tenido una participación limitada en las votaciones municipales de 1935, de acuerdo a Memoria Chilena.

Desde esa fecha la cantidad de electoras femeninas comenzaron a aumentar gracias a la disminución de requisitos para participar en ellas, lo que se sumó a que se les integró como candidatas a diversos cargos políticos de manera paulatina.

A siete décadas de ese momento histórico, las mujeres volvieron a las urnas para el plebiscito eleccionario por la propuesta de Nueva Constitución, esta vez con un padrón electoral mucho más amplio.

Las primeras sufragistas

Inés Erazo de 103 años, fue una de las mujeres que participó en las primeras elecciones con voto femenino y en estas lo volvió a hacer.

En una entrevista con Forbes Chile, Inés, quien se unió a Elena Caffarena y Flor Heredia para lograr el sufragio femenino, relató como su lucha: “A las feministas las ridiculizaban a morir y eso era tremendo, sobre todo en Chile, donde el temor al ridículo es tan relevante”.

A esto Erazo, añadió cómo fue su primer acercamiento con el voto femenino: “Teníamos la tarea de asistir a las elecciones e individualizar a los que hacían cohecho, que era desenfrenado en ese tiempo”, sin embargo, eso no fue todo.

En 1934, para las elecciones municipales, Inés no estaba habilitada para sufragar aún, pero si lo estaba su madre, a quien tuvieron que convencer de acudir: “Con mis hermanos la convencimos de que asistiera y lo hizo. Fue la única que pudo votar en esa primera elección. Después se consiguió el voto general, y ahí sí pude votar yo”.

En conversación con TVN en las actuales elecciones, la mujer aprovechó de enviar un mensaje a los electores: “Tienen que seguir la lucha, porque no se acaba aquí todo (…) los viejos tenemos más confianza en los jóvenes”, cerró.