Muchos padres se preguntan si es correcto que los niños participen en esta fiesta de "origen oscuro". ¿Es un sacrilegio o mera diversión? Los diversos factores que influyen en la interpretación de la festividad han cambiado a través del tiempo y acorde a la cultura en la que se insertan.

Cada noche del 31 de Octubre, las calles comienzan a llenarse de pequeños monstruos, vampiros, fantasmas y brujas. No obstante, de peligrosos éstos no tienen nada. Halloween es una fiesta en la que los principales protagonistas son los más chicos, y que como muchas otras celebraciones adoptadas -y de origen- extranjero, no se salva de entrar en polémica.

¿Es correcto que los niños la celebren? ¿Es una fiesta pagana que resurge en el presente o ha pasado a ser una celebración infantil? ¿Cuál es su trasfondo? ¿Es una exageración seguir brindándole la connotación oscura que tenía en sus inicios?

Pagano: dícese de lo “que no es cristiano ni de ninguna de las otras grandes religiones monoteístas. Especialmente referido a los antiguos griegos y romanos”, según la Real Academia Española. Halloween se encasilla dentro del paganismo, pero así es como se llevaba a la práctica en sus inicios… Hoy en día el panorama es totalmente distinto.

Halloween: celebra sin prejuicios. Su origen y porqué desestigmatizar la fiesta de dulces y disfraces
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En Chile, la noche de brujas ya se ha hecho parte de los feriados más esperados por niños y jóvenes. No es atípico entrar a cualquier supermercado y encontrar los pasillos decorados con motivos de terror y repisas llenas de dulces cuando ni siquiera ha comenzado el mes de octubre.

Entonces, ¿por qué se sigue cuestionando tanto el festejo de una fiesta que ha pasado de ser una noche de ofrenda a los muertos a una de disfraces y golosinas? Distintos factores son los que influyen: la religión, la moral, motivos culturales, y, así también, sus raíces históricas.

Un vistazo al origen de Halloween

Halloween viene de la expresión inglesa “All Hallow’s Eve” (“la víspera de todos los santos”) y sus raíces son milenarias. En los pueblos celtas propios de Irlanda, Gales, Escocia y también al norte de Francia, se festejaba el Samhain; antigua celebración pagana considerada como el año nuevo celta, conmemorada, mayoritariamente, en Gran Bretaña y Francia, la que se establece como el principal origen de Halloween.

En la víspera del Samhain (la noche del 31 de Octubre al primero de Noviembre), los ingleses y franceses “creían que los muertos volvían para pedirles alimentos y los hacían víctimas de conjuros y maldiciones si es que no accedían”, explica Arturo Bravo Retamal, Doctor en Teología Bíblica por la Eberhard Karls Universität Tübingen de Alemania, y académico de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC).

“Se utilizaban, también, máscaras para tratar de ahuyentar a los espíritus malos”, agrega el doctor, rasgo que dio pie al característico uso de disfraces para la fecha.

Cuando el cristianismo llegó a los pueblos célticos, la tradición del Samhain no desapareció pese a los esfuerzos realizados por la Iglesia católica para erradicar toda celebración que pudiera relacionarse con el satanismo. Fue recién en los años 30 que su connotación de carácter lúdico se masificó y difundió por Estados Unidos.

Halloween: celebra sin culpa. Porqué desestigmatizar una de las fiestas más esperadas por los niños
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Aún así, “halloween se puede también considerar una fiesta cristiana, porque su nombre significa ‘fiesta de todos los santos’ o ‘víspera de todos los santos’. Los santos son, en la iglesia, aquellos que han vivido y seguido fielmente a Jesucristo, por lo tanto, aquí hay una interpretación cristiana”, asevera Bravo.

Pese a lo anterior, la Biblia, el libro del Deuteronomio y el Primer Libro de Samuel, si bien no se refieren literalmente a Halloween, sí condenan toda práctica que atente contra Dios.

“La consulta a los muertos está prohibida en el Antiguo Testamento. También aparece condenada la consulta a adivinos. Todo aquello que tengan que ver con adivinar la suerte o sobre todo, lo que se llama la negro o nigromancia, que es la pregunta a los muertos, está prohibido”, afirma el académico.

La vuelta al mundo en miles de días

El proceso de globalización ha facilitado la expansión de diversas culturas alrededor del mundo. Esto ha favorecido el surgimiento de culturas híbridas y el proceso de aculturación. ¿Qué es este último, específicamente? Es la adopción de una cultura ajena y la posterior adaptación a ella, provocando así, la pérdida de la cultura propia.

“Esta fiesta (Halloween) ha tenido un fuerte impacto en nuestro país. Su característica principal es la apropiación de determinados repertorios culturales que no son propios; que obedecen al intercambio cultural propio de la globalización”, señala Litta Soto Villagrán, Doctora en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Autónoma de México.

Halloween: celebra sin prejuicios. Su origen y porqué desestigmatizar la fiesta de dulces y disfraces
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La significación original de la fiesta se ha ido perdiendo poco a poco a través de los años. El paso del tiempo fue un factor que ayudó a la redefinición del concepto, así como también su inserción en culturas distintas a la inglesa.

Halloween: un origen olvidado

Según Arturo Bravo, lo pagano de esta fiesta ya se ha perdido: “hoy es más infantil. No hay ningún niño que se disfrace para rendirle culto al demonio; lo que buscan es volver con hartos dulces”, por lo que la visión negativa de la Iglesia católica frente a esta festividad no tendría mucha coherencia.

El académico se refirió también al motivo sociocultural por el cual muchas personas no son simpatizantes de la celebración, apuntando al rechazo por ser una festividad “gringa” y a la intención de resaltar la cultura autóctona, como lo sería la cultura mapuche. Es aquí donde los motivos religiosos no tienen mayor preponderancia.

La doctora Litta Soto finalizó diciendo que, en Chile, uno de los factores que explican la apropiación de prácticas ajenas es la carencia identitaria que surge desde nuestra trayectoria de Estado y Nación, lo que nos hizo más vulnerables a copiar costumbres externas.

El real trasfondo de Halloween se ha perdido y olvidado; hoy es una costumbre adoptada cuyo fin principal es la entretención. La seriedad del asunto es subjetiva, está netamente sujeta a la perspectiva moral, sociocultural y religiosa de las personas.

La noche de brujas es una fiesta que puede llegar a ser bastante alegre para los más pequeños, e incluso, para los más grandes. Quizás es tiempo de que las antiguas connotaciones sobre la celebración se queden en el pasado, en los libros y en la historia.