¿Abrir o cerras las ventanas cuando hace calor?, ¿el calor entra a la casa o ésta se ventila? Muchas preguntas que nos solemos hacer en verano tienen respuesta; en este caso, la otorga la termodinámica.

El frío no existe. En concreto, lo que sí existe, es la ausencia de calor. Aquello es uno de los planteamientos de la termodinámica, lo que junto con la ley o principio cero de la misma entregan la respuesta a cuál es la mejor alternativa: abrir o cerrar las ventanas cuando hace calor.

Ya estamos en verano y esta duda puede surgir en más de alguna persona que se encuentre sufriendo por las altas temperaturas en el país (y el mundo). Y bueno, la respuesta es sencilla: es mejor no abrir las ventanas si hace mucho calor. ¿Por qué?

“El principio cero de la termodinámica da una definición operacional (una definición práctica) de la temperatura. Por ser una definición práctica, proviene de una observación experimental muy básica, que todos hemos observado muchas veces en nuestras vidas y que hemos asimilado desde hace años: al poner en contacto un cuerpo caliente y otro frío, se transmite calor del primero al segundo hasta que ambos alcanzan el equilibrio térmico“, explica Lorena Atarés Huerta, académica de la Universitat Politècnica de València.

¿Abrir o cerrar las ventanas cuando hace calor?

“Alcanzar el equilibrio térmico sería pues alcanzar la misma temperatura. Coherentemente, se puede definir el calor como el flujo de energía que se transfiere debido a una diferencia de temperaturas. Así pues, podemos decir que un gradiente de temperatura entre dos puntos diferentes de un sistema es la fuerza impulsora para que tenga lugar una transferencia de calor“, agrega la misma experta en un artículo científico.

Es bajo esta premisa que se logra obtener la respuesta al dilema mencionado: al abrir las ventanas, el calor exterior ingresará a nuestro hogar para equilibrar la temperatura, por ende, si queremos mantenernos frescos, es mejor mantener las puertas y ventanas cerradas y mejor aún, con las persianas y/o cortinas también.

Diferente sería, claro, si nuestra casa tuviera una temperatura más elevada a la del exterior. En aquel caso, sí resultaría más efectivo abrir las ventanas para que saliera el calor interior.

AS complementa esta idea: “en las horas en las que comiencen a aumentar los termómetros, y, sobre todo, las centrales del día, es recomendable cerrar las ventanas y bajar las persianas y/o estores, en el caso de que se tengan. De esta forma se crea un ‘efecto penumbra’, que produce que la luz no entre, y, por lo tanto, el calor no tenga vía de acceso al hogar“, explica el medio.

El Departamento de Medioambiente y Agua del estado de Australia Meridional también apoya esto a través de una serie de recomendaciones para mantenerte a ti y tu casa fría este verano, las cuales Xataka explica (y traduce) en el siguiente link.