El antechinus macho es un animal curioso. Además de sacrificar horas diarias de sueño para dedicarlas a su reproducción, éstos mueren de cansancio luego de la temporada de apareamiento. Sus cuerpos sirven de alimento para las crías y las hembras de su especie, por lo que se cataloga como un marsupial caníbal.

Existe un marsupial caníbal australiano que “tiene sexo” hasta la muerte. El antechinus macho sacrifica sus horas de sueño para poder tener hasta 14 horas de apareamiento en época de reproducción. Cuando el proceso concluye, el marsupial muere de cansancio y su carne sirve como alimento para las crías.

Este animal está dispuesto a renunciar a dormir por su impulso evolutivo de reproducirse, según revelan en un estudio publicado este jueves 25 por la revista Current Biology.

Se trata de la primera investigación en probar este tipo de restricción del sueño en un mamífero terrestre. “Mediante una combinación de técnicas, hemos demostrado que los machos pierden horas de sueño en la época de apareamiento”, explica Erika Zaid de la Universidad La Trobe, Australia.

Marsupial australiano sacrifica horas de sueño para reproducirse

“En humanos y otros animales, restringir la cantidad normal de sueño conduce a un peor rendimiento mientras se está despierto, y el efecto se agrava noche tras noche, pero los antechinus hicieron precisamente eso: dormir 3 horas menos por noche, cada noche, durante 3 semanas“, subraya la investigadora.

El equipo de investigadores también ha descubierto que en la época de reproducción, los machos compiten por acceder al mayor número posible de hembras para maximizar su éxito reproductivo.

“Los machos tienen una sola oportunidad de tener descendencia durante un único periodo de apareamiento de tres semanas”, explica el director del estudio e investigador de la Universidad de La Trobe, John Lesku. “Descubrimos que los antechinus oscuros machos, pero no las hembras, se vuelven inquietos durante su única época de apareamiento“, agregó el experto.

Los antechinus son raros también en otros aspectos. Los machos sólo se reproducen una vez en su vida, y viven sólo un año, mientras que las hembras pueden vivir dos.

Además, los antechinus macho tienen un trágico final. Suelen morir justo después de su única, corta e intensa temporada de apareamiento. Sin embargo, su muerte tiene una función particular: las crías y las hembras utilizan los restos del macho como fuente de alimentación.