Seguro viste el video viral de un oso malayo en un zoológico en China, que ha engañado a mucha gente: hay miles que piensan que se trata de una persona en un disfraz. Pero es un animal de verdad, pues pertenece a la especie más pequeña de osos en el mundo.

Probablemente también has visto el video viral de un zoológico en China, que ha convertido a un oso malayo en el animal más famoso del mundo en este momento.

Se trata de un espécimen cuyo aspecto peculiar causó debate entre quienes no conocían su especie, pues su pequeña y delgada figura hizo que muchos pensaran que se trataba de una persona con un disfraz, en vez de un oso real.

La polémica creció tanto, que el Zoológico de Hangzhou, en China, tuvo que salir a dar explicaciones, asegurando que es un oso de verdad y no un humano con traje.

“Cuando se trata de osos, lo primero que viene a la mente es una figura enorme y un poder asombroso. Pero no todos los osos son gigantes y el peligro personificado. Los osos malayos somos pequeños, el oso más pequeño del mundo”, indicó el recinto en un comunicado.

El oso viral de China sí es real, según experta

Los osos malayos (de nombre científico Helarctos malayanus) habitan en los bosques del Sudeste Asiático y se encuentran en estado de vulnerabilidad, de acuerdo a la revista National Geographic.

Suelen vivir hasta 25 años y usualmente miden entre 1,2 y 1,5 metros de largo, llegando a pesar como máximo de 68 kilos.

Ante la duda de los usuarios, una experta británica analizó las imágenes virales y afirmó que el ejemplar chino sí se trata de un oso malayo de verdad, y no de un humano con disfraz.

En entrevista con la BBC, la Dra. Ashleigh Marshall, especialista del Zoológico de Chester, en Inglaterra, dijo que “definitivamente es un oso real”.

En ese sentido, hizo hincapié en el pelaje de la espalda, donde se puede ver que se forman pliegues cuando está de pie, una particularidad que provocó que muchos creyeran que se trataba de tela sintética y no piel animal.

Esta curiosa característica es normal de esta especie, apuntó la Dra. Marshall, pues es un mecanismo de defensa ante depredadores: cuando el oso malayo es atacado por detrás, su exceso de pelaje le permite voltearse con mayor facilidad, para poder pelear contra su agresor.

No obstante, admitió que es común que la gente se confunda, pues usualmente “se parecen mucho a personas con disfraces”, debido a su tamaño.