Investigar una muerte violenta de una mujer con perspectiva de género implica que debe considerarse como hipótesis inicial la ocurrencia de un femicidio, aunque en principio pueda parecer un homicidio simple, un suicidio o un accidente. No obstante, esta hipótesis puede ser probada o descartada de acuerdo con los resultados de la investigación.

El caso de Anahí Espíndola conmocionó al país cuando, este martes, las pericias confirmaron que la identidad del cuerpo encontrado en los roqueríos de Viña del Mar pertenecía, en efecto, a la joven desaparecida. Desde el SML han asegurado que, por instrucción del Ministerio Público, este se encuentra siendo periciado “con perspectiva de género”. ¿Qué significa esto?

En octubre de 2023, el Ministerio Público presentó un manual para incorporar la perspectiva de género en la investigación de muertes violentas de mujeres, cuyo objetivo es “aportar al mejoramiento de las prácticas de los operadores del sistema de justicia para contribuir al desarrollo eficaz de las investigaciones”.

Según explicó Angel Valencia, Fiscal Nacional, la finalidad de este protocolo es “evitar la impunidad e invisibilización del fenómeno, otorgando orientaciones y líneas de actuación operativas para que las/los fiscales desarrollen investigaciones efectivas ante casos de muertes violentas de mujeres por razones de género”. ¿En qué consiste este protocolo?

Investigación con perspectiva de género

Un femicidio siempre es la muerte violenta de una mujer por razón de su género. Así lo establece el Modelo de Protocolo Latinoamericano de Investigación de Muertes Violentas por Razones de Género.

En ese sentido, y según detalla el documento presentado por fiscalía, “aunque todos los femicidios pueden ser calificados como homicidios, no todos los homicidios de mujeres pueden ser calificados como femicidios”. Esto significa que, si bien la muerte de una mujer puede ser violenta, el móvil del hecho no necesariamente estará relacionado con su condición de mujer.

En el marco de una investigación, esto cobra especial relevancia durante todo el proceso, más allá de la examinación del sitio del suceso o el cuerpo de la víctima. Se deben revisar posibles motivaciones del presunto agresor para llevar a cabo este asesinato, “diferenciándolo claramente con el homicidio de un hombre, e incluso con el homicidio común de una mujer”.

En consecuencia, incorporar la perspectiva de género desde el comienzo en
las investigaciones de presuntos femicidios, implica investigar las posibles manifestaciones de violencia de género que antecedieron el hecho, aquellas que se manifestaron durante el crimen, e incluso aquellas que continuaron después de la muerte de la mujer.

Hipótesis inicial: femicidio

El documento emanado por el Ministerio Público es claro: “en toda muerte violenta de mujeres debe considerarse como hipótesis inicial la ocurrencia de un femicidio, aunque en principio pueda parecer un homicidio simple, un suicidio o un accidente”.

Esto significa que desde el comienzo de la investigación, se deben identificar y recopilar aquellos signos e indicios de violencia de género que puedan estar presentes en el sitio del suceso, en la autopsia u otros lugares.

De no hacerse así, podría perderse evidencia importante, o no prestarse atención a elementos investigativos propios de esta dinámica delictual. No obstante, esta hipótesis puede ser probada o descartada de acuerdo con los resultados de la investigación.

La coordinación interinstitucional es clave

Desde que se toma conocimiento de la muerte violenta de una mujer, considerándose inicialmente como femicidio, la o el fiscal debe dirigir la investigación, coordinándose con las policías y sus unidades o brigadas investigativas y criminalísticas, así como con otras instituciones auxiliares del Ministerio Público, como el Servicio Médico Legal.

Según el documento, y para asegurar la eficacia de la investigación de los femicidios, se le debe otorgar especial énfasis a la prueba técnica producida por los/las peritos y especialistas en medicina forense, criminalística, ciencias sociales, entre otros.

Además, “las indagaciones deben permitir visibilizar los factores de vulnerabilidad que enfrentaba la víctima bajo la premisa de que su demostración, en ningún caso, debe apuntar a responsabilizarla en algún grado de los hechos, sino como un elemento relevante para contextualizarlo y comprender cómo se manifestó la violencia de género en ese caso en concreto”, sostiene el manual presentado por Fiscalía.

Si te interesa revisar el Manual para incorporar la perspectiva de género en investigación de femicidios, puedes descargarlo en el sitio web del Ministerio Público.