Al haber una amplia oferta de sales en el mercado, conviene preguntarse cuál es la más conveniente a la hora de cocinar.

Se trata de uno de los alimentos más comunes en las cocinas alrededor del mundo. La sal suele ser, para muchos, un aliado infaltable a la hora de brindar sabor a un sinfín de preparaciones culinarias, tanto dulces como saladas.

La elección de sal de mar o sal de mesa para cocinar dependerá de las preferencias de culinarias de cada persona. Por ejemplo, la sal de mar suele utilizarse más para sazonar carnes, mientras que la sal de mesa es un buen aliado en recetas de repostería. ¿Cuál es la mejor sal para cocinar?

Sal de mesa vs. sal de mar

La sal de mesa es la sal micro-granulada, blanca, que se encuentra en la mayoría de los saleros. Es la que se vende como sal fina o sal gruesa. Según Mayo Clinic, generalmente, esta se extrae de depósitos subterráneos. Luego se procesa para quitar otros minerales y se fortifica con yodo.

La sal marina se produce luego de que se evapora el agua del océano o de otras fuentes de agua salada. En estricto rigor, es menos procesada que la sal de mesa y retiene oligoelementos, minerales que agregan sabor y color. Eso sí, puede estar disponible tanto como grano fino o como cristales. A no ser que lo ponga en la etiqueta, esta sal no está yodada.

Según la Clínica Mayo, “la sal marina generalmente se promociona como una alternativa más saludable a la sal de mesa. Pero la sal marina y la sal de mesa tienen el mismo valor nutritivo básico. La sal marina y la sal de mesa contienen cantidades comparables de sodio en peso”.

Por qué es importante que la sal sea yodada

Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se recomienda el uso preferente de la sal de mesa para toda la población con el fin de prevenir afecciones de la tiroides, esto por su adición de yodo.

“La OMS y la International Council for the Control of Iodine Deficiency Disorders (Iccidd) consideran que un país puede tener un adecuado aporte de yodo cuando más del 90% de las familias consumen sal yodada. Por lo tanto, la primera recomendación, es que la sal empleada para cocinar y aliñar los alimentos, debe ser sal yodada”, señala Iva Marques, académica de honor de la Academia Española de Nutrición y Dietética.

Eso sí, la experta enfatiza que el consumo de sal debe ser prudente, no más de 5g al día, evitando así tener complicaciones graves de salud como hipertensión. Por su parte, la Clínica Mayo sugiere “limitar el sodio a menos de 2300 miligramos al día. Esa es aproximadamente la cantidad de sodio que contiene una cucharadita de sal de mesa”.