Cincuenta voluntarios participarán en la primera fase de las pruebas clínicas de una vacuna universal contra la influenza, desarrollada con tecnología mRNA. La fórmula está siendo probada en paralelo a otras alternativas, para identificar la más prometedora que permita dejar atrás las vacunaciones por temporada.

La vacuna universal contra la influenza, desarrollada con tecnología RNA mensajero, entró en su fase I de pruebas clínicas en humanos, con una pequeña muestra para probar su seguridad y eficacia.

Así fue anunciado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de los Estados Unidos, indicando que los voluntarios están siendo reclutados en la Universidad Duke en Durham, Carolina del Norte. El estudio estaría así siendo ejecutado por los Centros colaborativos de innovación en vacunas contra la influenza (CIVICs), probando una fórmula desarrollada por el Centro de Investigación de Vacunas (VRC) del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID).

En las pruebas participarán cerca de 50 voluntarios de entre 18 y 48 años. De éstos, tres grupos de 10 personas cada uno serán vacunados con 10, 25 y 50 microgramos de la vacuna experimental, respectivamente, para determinar la dosis que da mejores resultados. Tras ello, otros 10 participantes recibirán dicha dosis mientras que otros 10 serán inoculados con la actual tetravalente que se usa para la influenza estacional, para comparar resultados.

Los participantes serán, tras ello, seguidos por un año tras ser vacunados, para estudiar también los potenciales efectos secundarios de la fórmula.

Según sostuvo el director en funciones de la NIAID Hugh Auchincloss, “una vacuna universal contra la influenza sería un gran logro de salud pública y podría eliminar la necesidad del desarrollo anual de vacunas contra la influenza estacional, así como la necesidad de que los pacientes se vacunen contra la influenza cada año”.

“Además, algunas cepas del virus de la influenza tienen un potencial pandémico significativo. Una vacuna universal contra la influenza podría servir como una importante línea de defensa contra la propagación de una futura pandemia de influenza”, argumentó.

Asimismo, recordaron que también están ya probando otra vacuna, pero sin tecnología mRNA, buscando desarrollar varias alternativas paralelas para contrastarlas entre sí y encontrar la mejor solución.