Una medición realizada en 26 países preguntó qué tan dispuestas estaban las personas a intervenir en una Reanimación Cardiopulmonar (RCP) en medio de la pandemia de covid-19, en caso de ser necesario. El resultado indica que, respecto a una estadística anterior, un 20% menos lo haría.

La clínica estadounidense Mayo explica en su sitio web que la RCP consiste en “una técnica útil para salvar vidas en muchas emergencias, entre ellas, un ataque cardíaco o cuasiahogamiento, cuando se detienen la respiración o los latidos del corazón de una persona”.

En tanto, el sitio especializado Medline Plus especifica que “la RCP combina respiración boca a boca y compresiones torácicas: la respiración boca a boca suministra oxígeno a los pulmones de la persona. Las compresiones torácicas mantienen la sangre oxigenada circulando hasta que se puedan restablecer la respiración y las palpitaciones cardíacas”.

En el estudio, publicado por el portal británico Daily Mail, se le preguntó a 1.360 personas de distintos países sobre su reacción frente a un paro cardíaco en la vía pública.

Un ataque cardíaco se produce cuando se bloquea una arteria que nutre al corazón, lo que, eventualmente, podría generar un paro cardíaco, caracterizado por el momento en que el corazón deja de bombear sangre y la persona deja de respirar con normalidad.

Un 14% menos respecto de la medición anterior realizada por la Uniersidad de Warwick, en la que no se había propagado la enfermedad covid-19, realizaría compresiones torácicas y un 20% menos aplicaría la respiración boca a boca. Dos actos que podrían salvar la vida de una persona.

Los investigadores de la Universidad de Columbia Británica, que estuvieron a cargo del estudio, llamaron a no dejar de dar primeros auxilios a quien sufre un ataque cardíaco, pues podría ser la diferencia entre la vida y la muerte. Agregaron, además, que durante las compresiones torácicas las posibilidades de contagio son mínimas, siempre que se utilizan los elementos de protección personal.

El estudio, además, descubrió que un 0,8% menos de los encuestados estaba dispuesto a llamar a una ambulancia, lo que revela el desinterés (aunque mínimo, en comparación), por intervenir en un eventual caso y arriesgarse a un contagio.

Un informe anterior de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, ya había sugerido que al dar RCP sólo con las manos, con las medidas de seguridad, el riesgo de contagio se reduce al mínimo. Esto, pensando en qué tan probable es que la persona afectada padezca, realmente, la covid-19.

Desde la Fundación Británica del Corazón (BHF, por su sigla en inglés), la enfermera de cardiología Philippa Hobson explicó al medio que “el riesgo de contraer covid-19 por ayudar a esa persona es muy bajo… y sin RCP es posible que no sobreviva”.

Añadió que “cuando alguien tiene un paro cardíaco, cada segundo cuenta, por lo que saber qué hacer podría marcar la diferencia (…) cada minuto sin reanimación cardiopulmonar reduce las posibilidades de supervivencia de una persona en aproximadamente un 10%”.

Cómo realizar RCP

El sitio especializado Medline Plus, dependiente de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, detalla los pasos para realizar RCP. Te los dejamos a continuación:

1. Verifique si hay respuesta de la persona. Sacúdala o dele palmadas suavemente. Observe si se mueve o hace algún ruido. Pregúntele en voz alta “¿Te sientes bien?”.

2. Llame al número local de emergencias si no hay respuesta. Pida ayuda y envíe a alguien a llamar al número local de emergencias. Si usted está solo, al número local de emergencias y traiga un AED (desfibrilador externo automáticos, de haber uno disponible), incluso si tiene que dejar a la persona.

3. Coloque a la persona cuidadosamente boca arriba. Si existe la posibilidad de que la persona tenga una lesión en la columna, dos personas deben moverla para evitar torcerle la cabeza y el cuello.

4. Realice compresiones torácicas:

Coloque la base de una mano en el esternón, justo entre los pezones.
Coloque la base de la otra mano sobre la primera mano.
Ubique el cuerpo directamente sobre las manos.
Aplique 30 compresiones. Estas deben ser rápidas y fuertes. Presione alrededor de 2 pulgadas (5 centímetros) dentro del pecho. Cada vez permita que este se levante por completo. Cuente las 30 compresiones rápidamente: “1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, ya”.

5. Abra la vía respiratoria. Levántele la barbilla con 2 dedos. Al mismo tiempo, inclínele la cabeza hacia atrás empujando la frente hacia abajo con la otra mano.

6. Observe, escuche y sienta si hay respiración. Ponga el oído cerca de la nariz y boca de la persona. Observe si hay movimiento del pecho. Sienta con la mejilla si hay respiración.

7. Si la persona no está respirando o tiene dificultad para respirar:

Cubra firmemente con su boca la boca de la persona afectada.
Ciérrele la nariz apretando con los dedos.
Mantenga la barbilla levantada y la cabeza inclinada.
Dé 2 respiraciones boca a boca. Cada respiración debe tomar alrededor de un segundo y hacer que el pecho se levante.

8. Repita las compresiones torácicas y las respiraciones boca a boca hasta que la persona se recupere o hasta que llegue ayuda.

Estudio científico
Este artículo se basa en un estudio científico que puede ser sometido a nuevas pruebas para ser validado o descartado. Sus resultados NO deben considerarse concluyentes.