Primero fue la "renuncia silenciosa" y ahora nace la "postulación enfurecida". Ambas son maneras de dejar un trabajo que no hace feliz y no deja a los empleados conformes.
A través de TikTok se han viralizado los videos de reclutadores hablando del nuevo método de renuncia de los centennials: “postulación enfurecida”, el concepto llega luego de que en el 2022 la “renuncia silenciosa” tuviera su auge.
Según explica Sky News, esta nueva forma de dejar un empleo consiste en postular a múltiples ofertas laborales durante un arranque de furia provocado por hechos que ocurren en el trabajo actual.
Frente a la infelicidad o disconformidad vivida, los empleados eligen esta opción con dos objetivos. Primero, encontrar un trabajo mejor, ya sea respecto a la remuneración o el ambiente y beneficios laborales, o en su defecto, conseguir un aumento o un ascenso.
¿Qué hay detrás de “postulación enfurecida”?
Bridget Lohrius, fundadora y directora ejecutiva de Sandwina, empresa de coaching para eliminar la brecha de género en los trabajos, en conversación con Readers Diggest, afirmó que una de las razones detrás de la “postulación enfurecida” es que “los trabajadores están aniquilados”.
“De hecho, el 96% de las personas planean cambiar de trabajo en 2023. Quieren más. Más dinero, más flexibilidad, más reconocimiento, más propósito”, explicó.
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¿Da resultados?
No obstante, este riesgo puede tener resultados tanto negativos como positivos.
De acuerdo a Alice Stapleton, coach laboral, de ser bien ejecutada la “postulación enfurecida” esta puede ser muy beneficiosa, no obstante recomienda “negociar de manera madura y mantener abiertos los canales de comunicación” con el antiguo empleador.
Además, este tipo de arrebato puede ayudar al trabajador a conseguir el coraje para postular a un nuevo empleo que se llevaba posponiendo mucho tiempo.
No obstante, los riesgos constan en crear un ambiente laboral incómodo, pues, “muchos empleadores prefieren ser consultados antes de ser amenazados con una renuncia”, afirma Stapleton.
También puede ocurrir que no se consiga uno de los trabajos a los que se postuló o que en el proceso se pierda el interés en ellos. Inclusive, podría llevar al despido, advirtió la coach.
