Los niños que experimentan problemas cognitivos como baja atención, mala memoria o falta de inhibición pueden sufrir más tarde problemas de salud mental cuando son adolescentes y jóvenes adultos, según revela un nuevo estudio publicado en la revista ‘JAMA Network Open’ por un equipo internacional de investigadores del Reino Unido y Finlandia, dirigido por expertos de la Universidad de Birmingham.

La focalización de marcadores específicos en la infancia para su tratamiento temprano puede ayudar a minimizar el riesgo de que los niños desarrollen ciertos problemas psicopatológicos en la adolescencia y la vida adulta, como el trastorno límite de la personalidad, la depresión y la psicosis.

Los déficits cognitivos son características fundamentales de los trastornos mentales e importantes para predecir el pronóstico a largo plazo. El trabajo de los investigadores indica que los patrones individuales de dichos déficits son anteriores a los trastornos mentales específicos.

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Analizando los datos de una cohorte inicial del Reino Unido de 13.988 individuos nacidos entre abril de 1991 y diciembre de 1992, los investigadores descubrieron una serie de vínculos clave y específicos entre los problemas cognitivos de la infancia y los problemas de salud mental en la vida posterior.

Así, según el estudio, los déficits de atención sostenida en niños de ocho años preceden al desarrollo de síntomas de trastorno límite de la personalidad (TLP) a los 11-12 años y de depresión a los 17-18 años. Las dificultades de inhibición en niños de ocho años se asocian con experiencias psicóticas a los 17-18 años, mientras los déficits de memoria de trabajo en niños de 10 años estaban relacionados con la hipomanía a los 22-23 años.

La autora principal del estudio, la doctora Isabel Morales-Muñoz, del Instituto de Salud Mental de la Universidad de Birmingham y del Instituto Finlandés de Salud Mental, en Helsinki, comenta que el estudio “pone de manifiesto el impacto potencial de los déficits cognitivos en la infancia sobre la salud mental de los jóvenes, sugiriendo asociaciones específicas con determinadas afecciones”.

El estudio es el primer análisis de seguimiento de los sujetos durante un periodo de tiempo significativo para explorar las asociaciones específicas entre los déficits cognitivos en la infancia y varios problemas psicopatológicos en los jóvenes.

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El estudio también apoya la teoría de que la falta de inhibición en la infancia precede a las experiencias psicóticas posteriores, ya que la falta de control inhibitorio es común en trastornos psicóticos como la esquizofrenia.

Los trastornos mentales suponen una importante carga de enfermedad a nivel mundial y al menos el 10% de los niños y adolescentes de todo el mundo padecen un trastorno mental. El 75% de los trastornos mentales diagnosticados en adultos se inician en la infancia y la adolescencia.

“Es crucial estudiar la aparición de los trastornos mentales en estas etapas tempranas y evaluar qué factores de riesgo preceden a estas condiciones y de qué manera. Estos factores son características fundamentales de los trastornos mentales, como la psicosis y los trastornos del estado de ánimo”, comenta el profesor Matthew Broome, coautor del estudio.