Este tratamiento se ha posicionado como un nuevo método de hacer frente a la enfermedad que ha duplicado su prevalencia en los últimos 25 años, según la Organización Mundial de la Salud.
En el 2019 se estimaba que el mal de Parkinson sumaba más de 8.5 millones de pacientes, de acuerdo a cifras de la OMS, lo que la convertía en uno de los trastornos neurológicos más con el aumento más rápido de incidencia.
Sin embargo, desde hace más de dos décadas se encuentra disponible una terapia capaz de mejorar los síntomas de la enfermedad en casi un 90% de efectividad: la cirugía de estimulación cerebral profunda.
El neurólogo de Clínica Ciudad del Mar, Juan Pablo Mansilla, afirma que se trata de un “tratamiento muy efectivo en la mayoría de las personas con enfermedad de Parkinson, obteniendo en un 90% de los casos una respuesta moderada a muy buena al inicio de la terapia, principalmente en los síntomas de rigidez y bradicinesia, no así en el temblor y las manifestaciones no motoras”, advierte.
Lo cual es detallado por la neuróloga de Clínica Santa María, Paula Saffie, quien menciona que la terapia no mejora síntomas motores como problemas para caminar o de marcha.
¿En qué consiste la estimulación cerebral profunda?
Esta cirugía funciona a través de la implantación de electrodos en diversas áreas del cerebro, donde se producen los síntomas. A través de estos dispositivos se aplican “pulsos eléctricos de alta frecuencia que estimulan estas áreas y así, dependiendo del lugar donde se implantan (se monitorea) qué síntomas son los que mejoran principalmente”, explica Saffie.
De acuerdo a Andrés de la Cerda, jefe neurología de Clínica Dávila, esta terapia no es nueva en el país, sino que ha estado disponible por décadas.
“En Chile esta terapia está disponible desde los años 2000. En términos de cobertura, la Ley Ricarte Soto, para específicamente la distonía, tiene cobertura absoluta de los dispositivos que se implantan, y para la enfermedad de Parkinson hay una brecha todavía de cobertura”, advierte.
¿Cuáles pacientes pueden utilizarla?
Sumado a la brecha en la cobertura, existe otra dificultad para que los pacientes de Parkinson puedan optar a la terapia de estimulación cerebral profunda, ya que si no tuvo buena respuesta al tratamiento farmacológico no puede ser elegido para este tratamiento.
Así lo detalla la neuróloga: “En pacientes con enfermedad de Parkinson que han respondido al tratamiento, por lo menos, durante 5 años y empiezan a perder esa respuesta al tratamiento y llega a ser muy difícil manejar los síntomas y evitar los cambios de esos durante el día, en esos pacientes se usa la cirugía de estimulación cerebral profunda para reducir los síntomas motores, específicamente el temblor, la rigidez, la lentitud y esos síntomas disminuyen según el lugar donde se implantan estos electrodos”.
Mansilla, apunta también que la efectividad y la opción de acceder a esta terapia va a depender del fenotipo de la enfermedad y de que tan precoz se detectó y, por ende, se comenzó el tratamiento.