Las infecciones con el hongo aumentaron de manera alarmante en 2021. De acuerdo a los investigadores, el aumento de casos estaría relacionado a los problemas sanitarios que dejó la pandemia por COVID-19.

Preocupación genera en Estados Unidos el aumento de las infecciones con el hongo Cándida auris, el cual se distingue por ser “potencialmente mortal” y ser superresistente a los medicamentos.

De acuerdo a un estudio publicado el pasado 20 de marzo en la revista especializada Annals of Internal Medicine, los casos de infecciones crecieron de forma dramática en Estados Unidos entre 2019 y 2021.

En concreto, los investigadores alertan del aumento de los casos que son resistentes a las equinocandinas, el principal fármaco que se utiliza para tratar las infecciones con el hongo Cándida.

Este tipo de casos fueron tres veces más frecuentes en 2021 que en los dos años anteriores, según el estudio, que analizó datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), así como los recogidos por las autoridades sanitarias a nivel local y estatal.

Los datos muestran un aumento del porcentaje de crecimiento de las infecciones con Cándida auris, que pasó de ser del 44 % en 2019 al 95 % en 2021.

Para los investigadores, que trabajan para los CDC, el aumento puede estar relacionado con las dificultades que la pandemia de COVID-19 ha producido en el sistema sanitario, como la escasez de sanitarios o el uso de más medicamentos antimicrobianos.

El informe enfatiza que el Cándida auris, que se detectó por primera vez en EE.UU. en 2016, está catalogado como “amenaza urgente” por la CDC, debido a su resistencia a los medicamentos y su alta tasa de mortalidad.

La mayoría de casos se dan en centros sanitarios, sobre todo entre pacientes que llevan mucho tiempo ingresados o que están conectados a ventiladores mecánicos, explican los autores.

De acuerdo a la CDC, existen casos en el que el hongo puede ingresar al torrente sanguíneo de los pacientes y se expande por todo el cuerpo, causando infecciones invasivas graves.

Asimismo, apuntan que se necesita realizar estudios especializados para poder detectar aquel hongo, ya que es difícil identificarlo con métodos de laboratorio estándar e incluso puede llevar a un mal diagnóstico.